Entrevista a Iván Manzanilla

Rítmicos impactos

Iván Manzanilla no es ajeno a Morelia, ni la ciudad le resulta ajena. El joven percusionista mexicano ha visitado en varias ocasiones la capital michoacana y tiene una relación constante con el Centro Mexicano para la Música y las Artes Sonoras (CMMAS).
   Manzanilla ha estado esta semana en la ciudad como invitado al Festival Internacional de Música Contemporánea y su estadía resulta distinta; se dijo –en entrevista para PROVINCIA-, “muy contento de regresar a Morelia, ya he venido varias veces y esta es un poquito nueva porque es la primera vez que toco con la Orquesta Sinfónica entonces eso lo hace especial también además de que esta semana es pesada para mi, tuve un concierto ya en el CMMAS el martes y ahora el concierto de mañana (hoy por la noche)”.
   Hoy a las 20:30 horas el Teatro Ocampo será el escenario para que la Orquesta Sinfónica de Michoacán (Osidem) reciba a Manzanilla como percusionista invitado con un programa –el cuarto de la Segunda Temporada 2014- en el que habrá dos estrenos mundiales: Sinfonía No. 2 Shapes of the cities, de José Beviá y Cassiopea para orquesta, percusión amplificada y cinta, de Joao Pedro Oliveira.

Su historia
Iván Manzanilla, nacido en 1973, empezó muy joven en la música, sin embargo la llegada a esa disciplina que se convertiría en su pasión y forma de vida fue un tanto fortuita.
   “Mi historia no es la típica del niño interactivo que agarraba los trastes de su madre. En mi casa siempre ha habido música, mis papás -aunque no son músicos- bailaban en su juventud música folclórica mexicana, eran bailarines semiprofesionales, entonces en la casa siempre había música. Mi papá tocaba un poco la guitarra, y como que estuve siempre rodeado de melodías, de timbres, de sonido.
   “Casi por casualidad llegué a la música en el sentido de que yo hacía muchas actividades extraescolares cuando era niño y en algún momento mi madre tenía un problema para estarme llevando y trayendo en la Ciudad de México todos los días entonces me dijo ‘vamos a buscar otra actividad’ y en ese momento la música era una opción, estaba la Escuela Nacional de Música de la UNAM ahí y entré con ganas de aprender la batería pero no existía la clase de batería entonces a mi madre le dijeron ‘hay percusiones’ -qué es eso, quién sabe-, ‘usted nada más tiene que comprar un par de baquetas que cuesta 30 pesos’ y bueno, eso era mucho más factible que un violín o un piano, entonces mi mamá dijo ‘perfecto, ¿te gusta?’, ‘sí’ y entonces empecé a tocar percusión así, tendría unos 12 años u 11 más o menos. Eso llevó a otra cosa y a otra cosa, y a involucrarme cada vez más hasta que decidí que eso era lo que quería hacer”.

-¿Qué tan competida es su área de especialización?, ¿hay muchos percusionistas?
Sí, sí los hay. En los últimos seis o siete años hay una nueva generación de percusionistas que tienen un nivel más alto del que había cuando yo era estudiante, entonces sí se siente y se ve que los chicos ahora tienen mejor preparación o que van y estudian fuera en el extranjero, ahora es más común hacer eso que en mi época de estudiante.

Iván Manzanilla abundó en la presencia constante de percusionistas, en todo tipo de ritmos, aunque no se ubiquen como tal. “El percusionista lo que tiene es que su campo de acción abarca muchas cosas y muchos géneros musicales, conocemos todos al baterista del grupo de rock, que es un percusionista aunque especializado en un instrumento que es la batería, conocemos por ejemplo, -ahora es muy común, la gente que toca el yembé africano, ese tipo de música.
   “El percusionista situado en el contexto de la música clásica es una profesión un poco más escondida, porque en la orquesta sinfónica siempre están hasta atrás de la orquesta y su papel es de color, de añadir textura, de resaltar todo lo que sucede en la orquesta, es un poco más accesorio, aunque es una actividad muy bonita y ya cuando uno se involucra más con música moderna y con otro tipo de repertorio musical entonces el percusionista adquiere más preponderancia, adquiere un papel más protagonista y ahí si empezamos a hablar de buscar muchos instrumentos de buscar muchos sonidos, de aprender técnicas nuevas todo el tiempo, trabajar con compositores vivos y eso es otro tipo de actividad muy diferente”.

-¿Cómo ve el nivel de creación musical en México?
La creación musical en México en estos momentos es muy productiva, yo pienso que ha florecido y está produciendo mucho (con) mucha calidad y mucha diversidad. Hay una gran diversidad de estilos musicales en la composición en México, producto de cada persona, de cada compositor y de las influencias que ellos tienen, producto del contacto que tenemos con Estados Unidos, en cuestión de escuelas en donde los compositores pueden ir a tomar clase, y producto también con lo que te decía que ahora es más común ir a estudiar a Europa, por ejemplo.
   Hay una gran diversidad de estéticas musicales, eso en México es muy, muy rico, hay grandes compositores y hay muy buenos compositores a nivel internacional, eso sin duda.

-Golpear una superficie para crear un sonido con ritmo es algo visto desde épocas primitivas, ¿cree que en la actualidad la música para percusiones permite sacar ese cariz primitivo de la gente?
Sí, por supuesto. Yo creo que esa es una cuestión intrínseca del instrumento, sea la música que sea. Yo creo que el golpear un tambor, el producir un sonido que lo sientes en el cuerpo como público, ya es un reflejo de esa primitividad, de ese instinto que tenemos.
   La percusión es además muy rica en cuestión sonora –por tantos instrumentos y tantos timbres- es muy visual también, el gesto de golpear un tambor tiene mucho más impacto en un público que el gesto de producir una nota en una flauta, donde los movimientos son milimétricos, son movimientos de dedos muy, muy pequeños, tal vez el cuerpo se puede mover pero no se comprara con la percusión, en ese sentido la percusión es muy atractiva para un publico tanto acústica como visualmente.

-Las piezas de esta noche van con orquesta, ¿cree que el ámbito de la música clásica ya es más abierto con las nuevas composiciones?
Creo que todavía hay un camino por recorrer. Hemos ganado y se ha progresado mucho en ese sentido: Introducir al público asistente a los conciertos de música clásica a una música más cercana a ellos, más cercana a la vida cotidiana, más cercana a la vida de todos los días, pero sigue habiendo un gran trecho por recorrer.
   Hay que hacer mucha difusión y sobre todo yo creo que un secreto también está en acercar esta música a las generaciones más jóvenes, empezando por los niños más pequeños, creo que eso sería un paso importante.
   Es ya un paso grande que yo pueda mañana viernes (hoy) hacer un concierto para percusiones, orquesta y medios electrónicos, o sea, estamos involucrando muchos factores muy nuevos que a la gente tal vez a muchos les sorprenda y nunca lo haya escuchado en la vida, pero la idea y el deseo de todos los que hacemos esto es que esa gente que nunca lo ha escuchado se lleve una experiencia que puede ser o no gratificante, pero sí una experiencia nueva y que siembre un poco de curiosidad. Eso sería lo más importante en realidad.  

-¿Qué tanto considera que las herramientas digitales han cambiado el concepto de hacer música?
Creo que obviamente la tecnología ha facilitado mucho el acercamiento de más gente a la producción de la música, creo que cada vez es un poquito menos, digamos, extranjero, es un poquito menos extraño para el publico.
   Aun así, siempre se están descubriendo cosas nuevas, yo creo que con la experiencia que tenemos ahora, los que hacemos esta música, es que la gente entiende cada vez un poco más qué sucede cuando se involucra la tecnología, es todavía un camino por recorrer, los mismos músicos y productores que trabajan con estos medios siguen reinventando y siguen descubriendo nuevas posibilidades porque la tecnología sigue avanzando.

Iván Manzanilla compartió que actualmente está interesado en la generación de nuevos públicos para la música que utilizas nuevas herramientas. “En este momento quiero enfocarme en difundir más la música, en llegar no a públicos especializados sino a públicos completamente ajenos.
   “Tratar de generar más repertorio, trabajar con compositores, y eso, mostrar a la gente las posibilidades que tienen los instrumentos de percusión, que son enormes, que son muy vastas y creo que la percusión es un buen medio para que la gente se acerque más a la música contemporánea”.




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