Entrevista con el escritor Víctor Solorio

Con artillería pesada

Víctor llegó a un punto de no retorno. En este momento tiene que tomar una decisión que parece muy difícil. El camino frente a él se bifurca: ¿Debe seguir la ruta que inició hace años?, ¿o abandonarla y tomar esta otra que se le ofrece?
   Lo anterior no es un relato de ficción, es la vida real. El Víctor del que se habla es Víctor Emiliano Solorio Reyes, joven autor moreliano recién galardonado con el Premio Nacional de Novela Negra Una Vuelta de Tuerca 2014.
   Solorio Reyes, diseñador gráfico de profesión, señaló en entrevista para PROVINCIA que con la distinción señalada ahora tiene que replantearse la escritura y ver si esta se convertirá en su medio de vida.

El triunfo
Víctor, de 31 años de edad, escribe desde hace varios años y ha participado en varios concursos. “Fui uno de los 10 ganadores de la Segunda Convocatoria de Cuento de Ciencia Ficción, Terror y Fantasía, convocado por la Editorial Caligrama y bueno, muchos otros premios por ahí”.
   En Una Vuelta de Tuerca es su primera incursión y resultó triunfador. “Lo convoca el Instituto Queretano de la Cultura y las Artes, y es definitivamente el premio más importante de novela negra en México”.

-¿Es el único premio para novela negra en el país?
Muy probablemente sí, no conozco ningún otro, no sé. A lo mejor el instituto de Colima convoca a otro pero no, no estoy seguro, antes Puebla convocaba uno, ni siquiera recuerdo el nombre.

   La novela con la que Solorio Reyes resultó ganador del premio se titula Artillería Nocaut y trata sobre un exmilitar devenido en boxeador que por cuestiones familiares se ve inmiscuido en la búsqueda de quienes mataron a su compadre.
   “En el camino se encuentra con cosas de corrupción entre el gobierno, cárteles y toda esta violencia. Me han preguntado mucho que si es una cosa de crítica o de denuncia, no, no hay tal, yo creo que ahorita el cliché dice ‘es moreliano, es michoacano, entonces algo debe de haber’, puede que esté imbuido y puede que sí me haya definido un poco pero no, no es para tanto, no hay denuncia”.

-Desde hace años la inestabilidad y cuestiones de violencia se vieron muy presentes en el estado, ¿cree que la literatura michoacana podría o debería registrar todo esto?
Sí va a haber producción con respecto a eso, porque es la realidad que vivimos y va a influir definitivamente, pero no creo que deba haber, como tú dices, esos registros, eso lo va a hacer alguien más, a lo mejor ustedes como reporteros, a lo mejor lo van a hacer los sociólogos, los historiadores y demás.
   Creo que hay que tener mucho cuidado en ese aspecto porque como va a haber tanta producción con respecto al narco, hay que evitar caer en los lugares comunes en la literatura negra, va a llegar un momento en que ese va a ser el tema y vamos a tener que evolucionar a otra cosa, entonces, no creo que se una de las finalidades necesarias ahorita, todavía no.

-¿Toda su producción literaria va sobre novela negra?
Sí, cosas de género. Yo creo que se están haciendo muchas cosas de género en México y bueno, es una tendencia que a mí se me da porque no me sale otra. No tengo, yo creo, la profundidad ni la capacidad para hacer lo que se considera literatura seria.

-En general la novela negra, la ciencia ficción y la fantasía se consideran como algo muy comercial, ¿cómo lo ves en Morelia, esa reticencia a esos géneros también está aquí?
Yo siento que ni siquiera registra en el mapa como para haber reticencia, o sea, para que hubiera reticencia tendría que haber producción, no la hay.
   Aquí está Édgar Omar Avilés que es parte de la Sociedad de Escritores de Michoacán (Semich) y él hace cosas fantásticas, pero junto con ello tiene una profundidad y una habilidad con el lenguaje y con la forma que lo eleva a otro nivel, entonces no lo sé.
   Yo quisiera que a lo mejor con esto (el premio), empezara a haber una producción, porque es válido ¿no? Una producción así, en la literatura yo creo que caben todas las voces, mientras sea bueno yo creo que hay derecho a estar escribiendo.

Inicio en el centro de la Tierra
Víctor Solorio empezó a escribir cuando tenía entre 20 y 21 años de edad, pero fue cuando cumplió 29 que decidió dedicarle tiempo diariamente a estar frente a la hoja en blanco.
   Pero aunque tiene ya la disciplina de escribir todos los días no es lo que ocupa la mayor parte de sus días. “No totalmente, pero sí con muchas ganas, yo soy diseñador gráfico y eso es con lo que me gano la vida. Ya hay un tiempo bien definido de escribir diario, una hora por lo menos, sentarse a escribir algo”.
   Como la mayoría de las personas dedicadas a generar historias Solorio Reyes es un lector constante cuyo viaje inició a muchos kilómetros de profundidad.
   “Con Julio Verne. Uno de los recuerdos más cálidos que tengo es ese: Mi padre leyéndome Viaje al centro de la Tierra, antes de que yo supiera leer, y después de eso me aventé todo Julio Verne, entonces sí, ahí está la vena yo creo”.

-¿Recuerda que fue lo primero que escribió?
Ni idea. Debe haber sido en la secundaria y yo creo que también era ciencia ficción, una cosa muy diferente, muy distinta y obviamente nada seria, en la secundaria ¿Qué se puede esperar? (risas).

   Ahora ese ‘chamaco’ que en secundaria empezó a crear sus propias historias está por publicar, esto como parte del premio, Artillería Nocaut con Editorial Planeta. “Se espera que la novela salga publicada en noviembre y bueno, ya veremos”.

-Mencionó a la Semich, ¿forma parte de ella?
No, todavía no, ahora yo creo que me van a invitar.

-¿Se ingresa por invitación?
No lo sé. Creo que abren convocatoria anualmente o no se cada cuándo y se manda, no lo sé. Por ahí me llegó el rumor de que a lo mejor me invitan, habrá que ver.

-¿Y si lo invitan va a aceptar?
Yo creo que sí, porque es un buen esfuerzo, tratar de elevar el nivel en Michoacán y empujar todos para el mismo lado, que a lo mejor es una cosa muy difícil en la literatura, porque cada quien lleva agua para su molino y por eso a lo mejor estamos con estamos.

   Sobre la Semich señaló que admira el objetivo que tienen: Elevar la literatura en Michoacán. “Muy probablemente lo logren, son gente muy joven, son gente muy talentosa, Edgar Omar Aviles, Luis Miguel Estrada, Alfredo Carrera, que tienen cosas de narrativa muy elevadas, para mi gusto”.

-Hasta este momento, ¿cómo ha sido su relación con escritores morelianos o michoacanos?, ¿había o no había?
Había pero poca. Realmente yo tengo más contacto con Alfredo Carrera, que lo considero un buen amigo, y con Luis Miguel Estada, que fuimos compañeros en la primaria y nos volvimos a encontrar hace menos de un año. Realmente no la había tanto porque no era mi gremio, soy diseñador, realmente fue un golazo en el descampado este premio.

El dilema
Aunque como muchos autores Víctor Solorio empezó con cuentos, no cree que ese sea el camino que debe seguir todo aquel que se quiera dedicar a las letras.
   “Yo con cuento sufría mucho, y cuando di el salto a la novela se me hizo muy sencillo porque el cuento tiene cosas muy específicas, no recuerdo qué escritor es el que dijo: ‘La novela debe de ganar por puntos, por decisión, pero el cuento debe ganar por nocaut’ y ese remate que debe tener el cuento es muy difícil, requiere de una maestría yo creo que muy alta, y la novela no, la novela la puedes empezar y machacar, machacar, machacar y llegar a un final y mientras mantengas el hilo yo creo que es válido en la novela, en el cuento no, en el cuento sí tienes que terminar muy fuerte”.
   Además de Artillería Nocaut Solorio ya había escrito otras novelas. “Tengo una, obviamente inédita, y hay otra que tuvo una recomendación para publicación en Editorial Mo, de Guillermo Fadanelli, que a la fecha no ha habido mucho movimiento sobre ello y yo estoy sintiendo que ya se quedó ahí”.

-¿Cómo ve la cuestión de publicación comparando editoriales más pequeñas con Planeta que es un monstruo?
Yo creo que lo principal, o hasta ahorita, es el hecho de que hay promoción. Me han entrevistado y han enviado boletines de prensa a distintos medios y bueno, se nota la diferencia porque para una editorial de este tamaño es un negocio, y está bien, es necesario y están haciendo una inversión.
   En realidad se están arriesgando al darle un premio a alguien desconocido de provincia, es un arriesgue, hay que darle ese realce, al menos en comunicación, en promoción, esa es ahorita la gran diferencia, no te sabría decir nada más porque todavía no nos metemos a lo editorial.

-La editorial lo ve como un negocio, ¿usted como ve a la escritura?, ¿es vocación, es profesión?
Ahorita ya me tengo que replantear eso, soy diseñador gráfico, yo me gano la vida con eso y ahorita ya con este premio me lo tengo que replantear, a lo mejor tengo que ya verlo como una profesión y dedicarme a ello, no lo sé.

Sin sutilezas
Silvestre Revuelcas Blónderbus fue el pseudónimo con el que Víctor Solorio participó en el Premio Nacional de Novela Negra Una Vuelta de Tuerca, sobre ese peculiar nombre recordó: “Silvestre Revuelcas es por el asunto de Silvestre Revueltas, un compositor que a mí me gusta mucho, tiene esta composición que es probablemente la más conocida de él, Sensemayá, y es mexicano, era alcohólico, una alma torturada de una familia muy creativa, entonces su biografía me gusta mucho y por eso lo utilicé. El Revuelcas es una broma, un chascarrillo”.
   Y entre risas añadió: “El Blónderbus es un tipo de rifle que se utilizaba, no recuerdo si en el siglo XVIII, creo que sí, y es una arma nada sutil, no es muy específica, más bien dispara muy abierto.
   “Era una manera de decir: ‘Así escribo yo, esta es mi literatura’, porque no es sutil, no tengo la fineza que a lo mejor podrían tener  otros escritores, y yo creo que eso le ayuda a la novela negra porque es un poquito brutal, porque el personaje y todo lo que ocurre es brutal”.



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