Entrevista a Álvaro Chaos Cador
Nadando en letras
Esta semana el Fondo de Cultura Económica (FCE) anunció
al ganador del II Premio Internacional de Divulgación de la Ciencia Ruy Pérez
Tamayo, un galardón que busca reconocer trabajos literarios que acercan temas
científicos al público en general además de homenajear la labor del gran
investigador mexicano Ruy Pérez Tamayo, destacado divulgador y académico
mexicano.
En esta segunda emisión de la distinción, una de las
pocas de su tipo en el país, resultó ganador Álvaro Chaos Cador, doctor en
Ciencias Biomédicas y profesor de la Universidad Autónoma de México, por su
libro ¡Hay un dinosaurio en mi sopa!, que versa sobre la evolución biológica.
El ganador del Ruy Pérez Tamayo habló para PROVINCIA
sobre su reciente triunfo y cómo es que se decidió a escribir no solo textos
especializados sino de divulgación científica.
Con el pie derecho
Es apenas la segunda edición del premio y la primera vez
que Álvaro Chaos participa, ya que de la primera emisión no se enteró. “Me
enteré de esta (convocatoria) unos meses antes, había que entregarlo en junio y
yo me enteré en enero”.
Y una vez que se dio cuenta del certamen se abocó a crear
el escenario para que el dinosaurio llegara a su sopa en un texto que trabajó
pensando en el concurso. “Tengo otro libro (Cazadores de monstruos) que ya
había ganado otro concurso sobre evolución, y tenia una idea de continuar ese y
complementarlo pero no había hecho nada, estaba con la idea ‘a ver si algún día
lo hago’. Cuando me enteré del concurso dije ‘ahora es cuando puedo hacer la
segunda parte’.
—El tono del libro debe ser ligero para poder concursar
pero, ¿a qué rango de edad va dirigido?
Puede ir desde prepa, más
o menos hasta universidad o más allá. Yo lo hice pensando en personas
que están en la universidad y sobre todo también a alumnos de la carrera de
Biología para que entiendan bien los temas de evolución, pero puede leerlo
cualquier persona. Esta escrito de una manera, según yo, muy ligera y fácil de
leer. No se necesita ningún conocimiento para entenderlo, entonces para cualquier
público en realidad.
Evolución literaria
Álvaro Chaos estudió la carrera de Biología luego de
salir de la preparatoria, sin embargo la ciencia no era su único interés.
“Siempre había querido estudiar Letras, entonces cuando
acabé Biología me fui a estudiar Letras Hispánicas y luego me regresé a
Biología a hacer la maestría y el doctorado. Cuando me fui a Letras, como
siempre había tenido la inquietud de escribir, escribía ensayos, ensayos de
otro tipo, pero más o menos encaminados a los temas de biología”.
Fue al estudiar esa segunda carrera que descubrió la
facilidad y el gusto por usar la escritura para divulgar tópicos que resultan
complicados para el público general.
“A mis compañeros de Letras les interesaba que yo era
biólogo, entonces me preguntaban cosas y yo empecé a hacer ensayos de diversas
cosas pero algunos de ellos sí tenían que ver con biología. Ahí empecé a
divulgar un poco la biología con lo que yo estaba aprendiendo de Letras y luego
ya que acabé el doctorado ya tenía esta idea”.
Fue en ese momento cuando se enteró de un concurso que
tuvo la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) sobre divulgación
científica. “Concursé para ese premio y digamos que ahí ya empecé a escribir
aparte de lo que yo hacía en ciencia y empecé a hacer divulgación”.
Pero los libros no son la única ‘trinchera’ en la que
Chaos Cador usa las letras como herramienta, desde hace un par de años tiene
una columna en el periódico Excélsior que va también sobre ciencia.
—¿Tiene ya otro proyecto literario?
Tengo bocetos sobre una novela de ciencia ficción, ya no
es divulgación sino ciencia ficción y no sé si presentarla como novela o
presentarla como entregas en el periódico. No sé muy bien cómo hacer eso.
De divulgación tengo pensado uno sobre el cambio climático,
ese también lo tengo ahí en el tintero, digamos. Entonces son los dos, una
novela de ciencia ficción que ya tengo bastantes cosas hechas y otro libro de
divulgación pero sobre cambio climático y conservación del hábitat natural.
Tarea complicada
Álvaro Chaos comentó que aunque los concursos de alguna
manera facilitan la creación de textos literarios sobre temas científicos, lo
que se sigue dificultando es su distribución y la llegada al público que a
final de cuentas es el que debería aprovecharlos.
Señaló que cuando ganó el premio convocado por la UACM se
dio cuenta de que de cierta forma es sencillo acceder a plataformas dado que se
está respondiendo a una convocatoria pero ya ver materializado el triunfo en un
libro publicado resulta un poco más complicado.
“Ya una vez que gané sí fue un desastre el asunto porque
se tardaron cuatro años en sacar el libro, yo gané el premio como en 2008 y el
libro no salió hasta 2012”.
“No lo distribuyen, el libro me dijeron que lo iban a
distribuir en varias librerías de la Ciudad de México y yo a mis alumnos se los
recomendaba y cuando ellos lo querían ir a comprar me decían que no lo
encontraban. Fui a preguntar otra vez a la UACM qué pasaba y resulta que no lo
distribuyen, solo lo llevan a algunas librerías de Educal, creo, y ahorita,
porque al principio ni lo sacaban, parece que estaba en una bodega y así hacen
con muchos”.
El autor señaló que la situación con Cazadores de
monstruos resultó un tanto desastrosa. Le dijeron que el tomo estaría en las librerías Gandhi y hasta ahora no ha sido así.
“Ya tengo un conocido en la librería Educal, entonces él
me los consigue para que yo se los pase a mis alumnos. La distribución de ese
libro está muy mal y se tardó mucho en salir. Ya parece ser que con el conecte
que tengo con esta persona ya podemos distribuirlo un poquito pero es más bien
para mis alumnos. Por ejemplo en Gandhi nunca va a estar o en librerías de otro
tipo, la distribución ha sido muy mala en ese caso, yo espero que ahora con
este concurso del FCE sea mejor”.
—En su cuenta de Twitter tiene algunas imágenes y tweets que
van sobre ciencia, ¿cree que las redes sociales son espacios propicios para de
alguna manera divulgar el tema?
Sí, sirven muchísimo. Claro, tienen sus limitaciones,
pero por ejemplo de repente uno pone una imagen y la tuitea y luego la
retuitean, sí funciona.
Yo no lo utilizo para eso, yo saqué mi cuenta de Facebook
y de Twitter por la columna del periódico, porque veo que todo mundo las usa y son muy útiles, si alguien tiene
una duda puede escribirle a uno, pero luego ya vi que sí, de repente uno puede
poner algunas ideas fáciles o una fotito y lanzarlas en la red y la gente las
puede leer o no.
Sí sirven mucho esos medios para, yo no diría tanto
divulgar, sobre todo el Twitter como es muy cortito, no alcanza para una
divulgación pero sí alcanza para por lo menos para que la gente se pueda
interesar en las cosas y de ahí tome sus rumbos en lecturas de otro tipo.
Las redes sociales son muy útiles para eso, aunque yo
tampoco utilizo mi cuenta de Facebook para esas cosas, a lo mejor es porque
nací con libros de papel, me gusta mucho más leer las cosas en físico, en
papel, en un periódico o en un libro que estarlas leyendo en la computadora. Si
es algo pequeño y rápido sí, pero leer un libro completo en la computadora a mí
la verdad no me gusta.
—En general en el ámbito científico, ¿qué tanto interés
hay en hacer divulgación científica?
No hay mucho. A
los científicos como que no les llama mucho la atención y yo creo que es por un
par de cosas: uno es que no hay muchos espacios donde uno pueda divulgar
ciencia, o cultura por ejemplo. En los periódicos cada día, al menos en los que
yo conozco, las secciones de ciencia no pasan de una notita, una notita así
como: ‘Se descubrió un planeta’, pero son notitas informativas, no hay columnas
de opinión por ejemplo, igual que en cultura, yo lo veo reducido, entonces ese
es un problema, si no hay espacios es difícil escribir algo.
Y la otra es que también, relacionado con eso, los
científicos están más avocados a lo que les da más dividendos, más dinero y lo
que más dinero les da es hacer publicaciones científicas, entonces abandonan un
poco la divulgación. Hay unos que de plano también tienen la idea de que la
divulgación les da flojera porque ellos quieren seguir su investigación muy
propia y no les gusta divulgar las cosas, pero yo veo los otros dos problemas
también: no hay espacios y no hay incentivos económicos para divulgar, es como
la educación, igualito, las clases que se dan en las universidades, por lo
menos en la UNAM, el redituar económicamente las clases es muy poco, entonces a
la gente no le gusta dar clases o no las quiere dar porque no se paga bien.
Foto: http://www.fondodeculturaeconomica.com/
Comentarios
Publicar un comentario