Entrevista con el director de La hija de Moctezuma
Icono de lo real
Acompañada por el mismísimo burro Filemón y envuelta en
una historia de milenario misticismo en la que aparecen nahuales y hasta el
gran Dios Tezcatlipoca, la mexicanísima India María regresa a la pantalla
grande con el filme cómico La hija de Moctezuma.
La cinta, exhibida durante el pasado Festival
Internacional de Cine de Morelia (FICM), se proyectó para un público reducido
que no dejó de reír.
Se trató de una oportunidad única: Ver antes que muchos
la más reciente película estelarizada por María Elena Velasco (MEV) luego de Las
delicias del poder, estrenada en 1998.
En La hija de Moctezuma, Velasco interpreta a su icónico
personaje y presenta una trama hilarante y enredada en la que, fiel a su estilo
de varias décadas, puede verse crítica social y por supuesto humor blanco.
La cinta, realizada en familia y para la familia, fue
dirigida por Iván Lepkies, hijo de la cómica actriz, quien señaló que filmar en
esas condiciones más que estresante siempre resulta divertido.
El guion, adaptado por la misma MEV, fue creado por Iván
y su hermana Ivette, quienes retomaron la leyenda del poderoso espejo negro de
Tezcatlipoca para hilvanar una trama en la que se puede ver con ironía y humor,
que en 500 años (más o menos…), el proceso de transculturación, primero con los
españoles y ahora hasta con los chinos, está lejos de acabar.
Un elenco de primera, conformado por Eduardo Manzano,
Rafael Inclán, Irma Dorantes y Raquel Garza, alejadísima de su personaje de Tere
la secretaria, resulta el complemento perfecto para la hilarante historia.
Ivan Lepkies, guionista y director de La hija de
Moctezuma, charló para PROVINCIA sobre la cinta que tuvo locaciones en el
Ajusco, la Ciudad de México y Veracruz y que esperan estrenar a inicio de
2014.
−Hace ya varios años de Las delicias del poder ¿Cómo
surgió este nuevo proyecto?
Sí, pasa mucho el tiempo y era difícil encontrar algo que
le interesara, a veces sentíamos que se estaba encasillando el personaje, me
refiero a las historias, porque su tipo de humor no puede cambiar, obviamente que teníamos que ponernos a lo que
los tiempos modernos nos dictaban, no es una película exactamente de los 70
(aunque) si tiene mucho de homenajes y de guiños sobre películas (anteriores)…
sentíamos que había un estancamiento y fue por esa falta de encontrar buenos
argumentos.
−Lo más místico en las cintas de la India María había
sido en El miedo no anda en burro y al final todo era un engaño, ahora que sí
aparecen Moctezuma y Tezcatlipoca ¿fue difícil convencer a MEV de esta trama
fantástica?
Al principio ella no estaba tan segura de todas estas
cosas místicas porque el personaje se consideraba muy real y así lo es, yo
recuerdo que hace muchos años alguien le comentó: Tenemos una gran idea para
usted, hagamos la Supermana, entonces ella dijo cómo voy a hacer la Supermana
si la realidad es otra, si a estas señoras (las indígenas) las agarran a
macanazos los policías, entonces quizá un poco dudó, pero pues tiene uno que
competir con lo que está enfrente, y la mayoría de las películas tiene estos
elementos (fantásticos), las películas de ahora y para cierto público, entonces
sí, por eso decidimos irnos por esa clase de anécdotas mágicas y fantásticas.
−¿Considera que la crítica social y política podrían ser
traba para lograr la distribución comercial?
No, de ninguna manera, quizás las trabas vengan después,
pero no creo que por cuestiones de esa índole, vienen por lo difícil que es
levantar una producción y por encontrar después los espacios, quizás ya hay una
nueva generación de distribuidores que nos conocen y saben que las películas de
la India María rompieron récords de taquilla en los 70… yo pienso que podría
ser muy interesante y que al público popular, que le hacen falta películas para
ir al cine con su familia, le podría interesar.
Esos han sido los obstáculos un
poco pero de ninguna forma por la crítica política, además ella siempre lo ha
hecho, es una de las características del personaje que obviamente viene de la
literatura pícara del siglo XIX (con) estos personajes muy arquetípicos: El
policía corrupto, el indio ladino, en realidad es eso, un indio contestatario y
a veces abusado, el paria que siempre pone en su lugar al poderoso. Viene de
ahí.
−¿Como cineasta cómo definiría el aporte de la India
María al cine y a la cultura popular mexicana?
Es de nuevo lo que te comentaba, son los personajes
arquetípicos que vinieron de la picaresca del XIX, es común en muchos países e
industrias fílmicas, y sobre todo con los actores cómicos, los desarraigados,
los desadaptados, los parias que son los que terminan poniendo en su lugar a
los poderosos: Chaplin, Cantinflas… ella (MEV) solamente siguió con esa línea
porque era lo más común de hacer en esa época y como comenzó en los teatros de
revista fue ahí donde se utilizaban estos personajes.
En cuanto al aporte ella es bastante modesta, yo quizás
comparto con ella esa idea, ojalá pudiera aportar algo a la cinematografía
nacional, y yo creo que (el aporte es) sobre todo con eso: dar un buen cine
familiar y popular, quizás sin pretensiones pero bastante honesto.
−Y todo un acontecimiento, volvió el burro Filemón…
Finalmente, porque desde hace muchos años había sido como
relegado, entonces dijimos, por qué no, que regrese Filemón, a alguien le
gustará (risas).
−La película tiene un gran elenco: Eduardo Manzano, Rafael Inclán, Irma Dorantes ¿Fue fácil convencerlos de hacer la película?
En el caso de Rafael había hecho, me parece que fue en La
comadrita, una pequeña intervención hace muchos años y siempre trataron de
hacer algo juntos de nuevo pero no se podía (…) en los años donde estaba la
María más activa él estaba haciendo otro tipo de películas, entonces ya no
pudieron volver a coincidir, entonces ahora que se presentó la oportunidad fue
muy generoso que haya aceptado. Él estuvo encantador y es un excelente actor y
excelente compañero y muy profesional.
Igual con Eduardo Manzano, también de alguna manera
siempre hubo el interés de hacer algo con él, desde hace varios años, entonces
no sabíamos qué y ya cuando se empezó a desarrollar la película obviamente se
pensó en Eduardo Manzano desde el principio para un papel importante entonces
se decidió escribir Xocoyote (el personaje que interpreta) para él. Raquel
Garza fue un descubrimiento maravilloso, ella se había encasillado un poco en
su personaje de televisión y es una excelente actriz y maneja la comedia con la
mano en la cintura, quisimos hacer algo completamente diferente, fue una muy
agradable sorpresa trabajarla y descubrirla en otra faceta, creo que es su
primera película espero que de muchas más.
"(El personaje) viene de la literatura pícara del siglo XIX (con) estos personajes muy arquetípicos: El policía corrupto, el indio ladino, en realidad es eso, un indio contestatario y a veces abusado, el paria que siempre pone en su lugar al poderoso"
*Esta entrevista se realizó en octubre de 2013 durante el 11 Festival Internacional de Cine de Morelia en el que hubo una función especial de La hija de Moctezuma
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