Comentario sobre En busca de WondLa

Fantástico recorrido

La certidumbre convertida en duda. El paraíso transformado en ruinoso infierno. El planeta Tierra mutado en un mundo extraño y fascinante. De esa manera podríamos referirnos, para empezar, sobre En busca de WondLa, la primera entrega de la trilogía de Tony DiTerlizzi —autor de la famosísima serie literaria Las crónicas de Spiderwick— que llega a México incluida en la colección Gran Travesía de la editorial Oceano.
   El libro es un viaje fantástico que parte de un entorno en el que parece no haber problemas y que repentinamente se ve brutalmente destruido por una maldad que parece gratuita pero que, se descubrirá más adelante, en realidad se origina en el amor filial.
   Eva Nueve, la protagonista de esta novela que mezcla ciencia-ficción con utopía, distopía y retrofuturismo, se convertirá en una inesperada heroína cuya motivación proviene de algo que parece una fotografía. Un hombre, una niña y un robot aparecen ahí, congelados en el tiempo y acompañados por una simple palabra WondLa. El misterio que esta encierra será el detonante para el deseo apremiante de descubrir su significado.

El santuario
Eva Nueve está en peligro, una serpiente la acaba de morder y su muerte se anuncia como inminente. Cierra los ojos ajena a su entorno, está lista para entregarse a la oscuridad que, siente, la devora desde su interior. Todo se queda en silencio… hasta que la luz se enciende y la prueba termina.
   La niña, de 12 años de edad, ha vivido siempre en un santuario subterráneo acompañada de un robot llamado Madr. El androide la cuida, está a cargo del santuario y también de la preparación de la pequeña para que, cuando el programa de entrenamiento termine, pueda subir a habitar la superficie y encontrarse con otros humanos.
   Pese a que las indicaciones del sistema de Madr son claras, Eva insiste en que hagan pruebas de campo. Quiere subir a la tierra y realizar ahí los entrenamientos acompañada de Madr y su omnipod, un aparato que le ayuda en todo, desde identificar formas de vida hasta sanarse una herida.
   El deseo de la niña se cumple muy pronto, pero no de la manera en la que esperaba. Un peligro terrible irrumpe en su pacífica y aburrida (como estaba convencida) existencia y la obliga a subir a la superficie pero sin su robot y únicamente acompañada del omnipod. Eva huye de lo que la amenaza y al estar finalmente donde quería se dará cuenta de que nada es lo que parece y nada es como lo esperaba.

Arriba
En busca de WondLa de Tony DiTerlizzi es un libro que lo mismo desconcierta que atrapa al lector. La primera página del tomo pone en el peligro de muerte a su protagonista para luego aclarar que se trataba de una simulación. Esa primera situación que se nos narra es como una declaración: “Ten cuidado, nada es lo que parece”.
   El santuario en el que vive Eva está lleno de hologramas y proyecciones en los que ella ve cómo es el mundo allá afuera. La anhelada superficie se le antoja el paraíso luego de haber pasado los primeros 12 años de su vida sin haber visto a otro ser humano. Aunque el lugar en el que habita tiene todo y Madr siempre está pendiente de sus necesidades, siente la necesidad de algo más. Primero no sabe qué, luego encuentra la fotografía en la que aparece la palabra WondLa y su deseo finalmente puede enfocarse en algo, aunque no sabe a ciencia cierta qué es WondLa.
   El acertado slogan del tomo señala: “La búsqueda es solo el principio”. El lector, en compañía y a la par de Eva, se dará cuenta de que llegar a la superficie es efectivamente solo el comienzo de un fantástico viaje en el que, como ya se advirtió en el velado mensaje de la primera página, nada es lo que parece.
   Pronto Eva, y nosotros por medio de ella, se dará cuenta de que aunque el omnipod tiene una base de datos que parece infinita resulta prácticamente ineficiente al identificar las formas de vida que hay en la Tierra.
   Nada es como Eva lo esperaba: ni los animales, ni las plantas y mucho menos la forma en que tuvo que dejar a Madr a merced del peligro. Amenaza que se mantendrá durante el resto de la trama y que la llevará a encontrar respuestas para preguntas que nunca se hubiera imaginado formular.

El contenido
El libro se acompaña además de las ilustraciones a dos tintas —verde y gris— también autoría de DiTerlizzi, que le dan a la narración un toque melancólico pero también invitante a sumergirse en ese mundo extraño encontrado por la protagonista.
   La historia que el autor le presenta al lector puede clasificarse en el género de la fantasía, sin embargo tiene elementos de otros géneros y subgéneros literarios que enriquecen al tomo y terminan por enganchar al lector.
   Está presente la utopía, a través del santuario en el que vive Eva y en donde nada falta; la amenaza que destruye ese entorno y lo que encuentra a protagonista en la superficie dan el toque distópico a la narración; también se podría decir que hay retrofuturismo y algo de steampunk al encontrar entornos que parece antiguos en cuanto a sus formas y sensibilidad, pero que utilizan tecnologías que parecen muy avanzadas para la realidad del lector. 
   La historia es contada por un narrador externo pero que, convenientemente, está situado desde la perspectiva de Eva Nueve, lo que engancha al lector a esa visión que está, a la vez, deseosa de conocimientos y asombrada por todo lo que encuentra.
   Como ya se dijo, en En busca de WondLa nada es lo que parece. Los animales hablan, los árboles se mueven y las plantas comen carne. La búsqueda comienza en la primera página y llevará a quien la inicie a confines alejados y fascinantes.
   No sabemos a ciencia cierta si WondLa es una persona o un lugar, habrá que descubrirlo.


Foto: Tomada de http://www.via-news.es/

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