Entrevista sobre el cortometraje Historias
De la uni al cine
En la lista de seleccionados en la Sección Michoacana del
12 Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM) solo aparece el nombre de
una mujer: Ana Ireri Campos.
Con apenas 20 años de edad y a mitad de su carrera de
Ciencias y Técnicas de la Comunicación, la joven se ha encontrado con una nueva
posibilidad para cuando finalice su licenciatura, el cine.
El que sería un trabajo para cumplir con una materia se
convirtió en el pase de entrada para ser por primera vez parte de uno de los
más importantes encuentros cinematográficos del país. Sobre ese golpe de suerte
y talento Campos habló para PROVINCIA.
Gran inicio
“Realmente la historia fue un proyecto escolar. Fue para
cumplir con una materia. Lo realicé y nunca me imaginé que fuera a llegar a
algo más”, comentó Ana Ireri.
Fue uno de sus maestros quien la instó a hacer algo más
con un trabajo que había resultado de gran calidad. Estaban en la materia de
Cine y ese proyecto se presentaba como la oportunidad de vivir esa actividad de
una forma muy diferente.
“Con otros compañeros del salón fue que comenzó el
proyecto”.
—¿De qué trata Historias?
Es sobre una mujer. Es una escritora que está atravesando
una zona de soledad que yo creo que todos los seres humanos atravesamos alguna
vez. Ella en ese momento se encuentra totalmente sola y la persona con la que
estaba, su pareja, ya no está en su vida. Ella tiene muchos compromisos porque
es alguien importante y mezcla sus adicciones que siempre la han acompañado. Y
es cuando se presenta una situación, es un suspenso, experimenta la creación de
la historia a la par que vive su vida, es como una doble personalidad la que se
ve en el cortometraje.
El proyecto de Ana Ireri y sus compañeros es muestra de
eso de “soñar en grande”. Aunque se trataba de un trabajo escolar, la
preproducción del cortometraje les tomó cuatro meses.
“Entre que conseguíamos personas que nos apoyaran con las
locaciones, los patrocinios, en lo que se revisaba el guion —porque se hicieron muchas correcciones— y ya para grabarlo fue en dos días, pero
previamente hubo todo un proceso”.
—Eres directora y guionista, ¿cómo te sentiste en estas
funciones?
Fue una nueva experiencia. Yo lo escribí para cumplir con
algo escolar y de hecho fue la primera vez que empezamos a estructurar guiones
porque es muy diferente a simplemente escribirlo que ponerlo en formato. Yo no
tengo mucha experiencia, nunca había dirigido ni nada parecido, pero dije ‘es
una oportunidad nueva, me voy a aventar’.
Y aunque la experiencia hasta ahora ha sido
satisfactoria, no todo fue sencillo. Ana Ireri se dio cuenta de que decir “voy
a hacer cine” es fácil pero lograrlo es complicado.
“Nos tocó ir a tocar puertas, ir a buscar personas… Estoy
muy agradecida porque en la postproducción me apoyó mucho mi equipo, las
personas que aparecen en los créditos hicieron un gran trabajo, sobre todo
cuatro personas que junto conmigo estuvieron a la par, apoyando y que son
compañeros de la escuela. La verdad sí fue mucho trabajo, nos llevamos dos
semanas o más, y sí, hubo el apoyo de todo el equipo y también de maestros que
estuvieron al pendiente, ayudándonos con esa carga, porque la edición se lleva más tiempo”.
—Ahora que tu corto resultó seleccionado en el FICM, ¿te
cambió la perspectiva sobre a lo que te quieras dedicar?
Han sido muchas cosas, sobre todo sorpresa, mucha
sorpresa. Yo había pedido trabajo en el festival porque supe que necesitaban
reporteros y sí había metido el corto pero no me esperaba la selección.
Creo que soy de las más chicas (de los seleccionados), y
todavía estoy un poco perdida en lo que quiero, porque de por sí Comunicación
es muy amplio y a mí siempre me ha gustado escribir, me gusta el periodismo
pero la verdad es que el cine sí me ha dejado una bonita experiencia en cuanto
a cosas nuevas e imaginarte que puedes crear cosas. Siento que todos,
estudiemos lo que estudiemos, somos creadores, la situación es que no nos
atrevemos a decirlo, no decimos lo que pensamos, entonces creo que me deja
mucho eso.
Yo nunca había creído mucho en lo que escribía, pero
quizás si uno se anima y hace las cosas puede llegar a sorprenderte.
—En la lista oficial de seleccionados eres la única
mujer, ¿cómo te sientes?
Muy feliz, sobre todo porque el cortometraje se trata de
una mujer y estoy contenta de que también haya quién lo vea, se atreva y diga
‘yo puedo hacer tal cosa’.
Quizás muchas veces los grandes nombres están ocupados
por hombres, pero creo que también siempre hay mujeres que hacen su parte, y de
hecho hay festivales que solo se dedican al trabajo de las mujeres, me
comentaron que hay uno que exhibe trabajos de directoras en los que la
protagonista sea una mujer también. Yo creo que sí se están abriendo más campos
para mujeres.
En Michoacán considero que sí hay gente que está haciendo
cine, las mujeres, quizás es la suerte o este año la generación es más de
hombres, pero sí me había percatado de ese detalle.
—¿Te consideras cinéfila?, ¿o a raíz del proyecto surgió
un mayor gusto?
Sí me gustaba mucho. Mi abuelo paterno iba —ya que se
jubiló— todos los días al cine, aunque de repente se quedara dormido pero iba
al cine, y eso lo relajaba mucho.
A mi mamá siempre le ha gustado ir al cine y nos llevaba
de niños. Quizás el proyecto me abrió más las puertas en cuanto a otro tipo de
cine, el famoso cine de arte, porque si vas al cine —mucho o poco— las
películas que se exhiben en realidad son las taquilleras, las que tienen a los
actores más famosos y quizá sí me abrió más el campo, para ver todo lo demás
que se puede hacer.
Muchas veces he dicho ‘dicen cine de arte’, pero en
realidad yo creo que todo el cine es arte, aunque ese subgénero sí es como más
específico, más profundo, lleva más labor en la parte creativa.
—¿A cuáles directores admiras?
Cuando empezó el proceso de creación busqué algo de
inspiración, me puse a ver más cosas y de la película que me enamoré fue Melancolía
de Lars Von Trier. Me gustó mucho porque es cruda y la fotografía es muy buena
y cómo lleva la historia: es un drama pero no típico, aborda el drama del fin
del mundo pero a través de una mujer. Me gustó, me interesó lo que hacía él,
posteriormente empecé a ver también películas de Tarantino y de Kubric, pero de
Melancolía fue mucha inspiración, me gustó mucho esa película y era en cierta
parte inspiración.
Ana Ireri compartió que su cortometraje Historias está
inspirado en el señalado filme de Lars Von Trier. “Algo que no sé si logré pero
que me hubiera gustado sería que sea como esa película”.
La joven cineasta comentó que aunque admira el trabajo de
Von Trier, Tarantino y Kubric, entre otros, no tiene un director predilecto, ya
que cada uno tiene su estilo particular y de todos hay elementos que disfruta
en las películas que ha visto.
—¿Vas a presentar el cortometraje a otros festivales?
Estamos checando eso porque se abrió una nueva categoría
en el FICM, la de Corto en línea, y se está exhibiendo en Internet. Historias
está en esa y en la Sección Michoacana, y ya al ser presentado de manera
virtual para presentarlo a otros festivales quizás haya ciertas limitantes.
En algunas convocatorias se especifica que no se debe
haber exhibido en redes y ciertas cosas, entonces vamos a checar con cuidado
para ver si es posible meterlo pero sí nos encantaría probar suerte en otros
lugares.
—¿De qué depende que hagas otro proyecto fílmico?
Yo creo que sí me gustaría y sería interesante pero
también depende de los momentos. Quizás las cosas llegan no cuando lo deseas
tanto sino cuando menos te lo esperas, pero sí me interesaría hacer algo más de
cine, a lo mejor probar como guionista o
en otra cosa, pero sí aprender más, conocer y tener otras experiencias.
Tengo 20 años, me falta muchísimo por aprender, por
saber, sobre todo en esto, y más ahora que es algo nuevo. Me gustaría seguir
haciendo algo en este campo.
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