Entrevista con el escritor Eshkol Nevo

La libertad de escribir

El escritor israelí, Eshkol Nevo, se siente y se sabe afortunado. Es uno de los pocos autores contemporáneos de su país traducido al español, y a pesar de tener 44 años de edad y el cabello blanco la crítica literaria lo considera “de la nueva generación de escritores”.
   “Siento que tengo suerte porque otras profesiones a los 45 años no puedes ser joven”, dijo entre risas en entrevista para PROVINCIA sobre su libro Los amores solitarios (Duomo Ediciones) que llega a México gracias a la editorial Oceano.
   “Tengo 44 años, el cabello blanco, pero en la literatura soy muy joven (risas). Es una lástima que no hay muchos escritores israelíes de mi generación, la mayoría de los escritores israelíes traducidos a otros idiomas son mayores. No hay muchos escritores como yo, que no son viejos y que aún así son traducidos.
   “Creo que hay muchísimos autores en mi país, más jóvenes que yo, que están haciendo cosas maravillosas, pero el mundo no lo sabe, no sé porqué. Yo he tenido la suerte de ser traducido, en ese sentido soy una excepción, pero no en el sentido creativo. Hay muchos libros magníficos escritos por autores mucho más jóvenes que yo, así que yo soy de la nueva genreación pero desde los ojos de Europa o desde fuera de Israel, pero no en Israel”.

Conexión inesperada
Nevo, también autor de La simetría de los deseos, presenta en México su segunda novela traducida el español, Los amores solitarios, una historia en la que el amor, las decisiones, la diversión y el sexo son los pilares principales.
   En el tomo todo inicia por amor, uno que se ha perdido. El magnate estadounidense de origen judío, Jeremiah Mendelstorm desea donar a la Ciudad de los Justos un micvé —espacio en el que se realizan los baños de purificación que prescribe el judaísmo—, para honrar la memoria de su esposa fallecida. Quiere, con este gesto, recordarla y que su nombre, que estará inscrito en una placa en la entrada del lugar, no se borre con el paso del tiempo.
   Nadie se imaginará que un acto filantrópico, que además está lleno de amor, pueda desencadenar una serie de eventos que terminarán por redimir a unos y hundir a otros. La donación del micvé es la primera vuelta de una bola de nieve que arrasará a la ciudad entera, aunque sean solo unos cuantos los que se den cuenta del impacto.
   La historia se desarrolla en Israel, país natal de Nevo, e incluye muchos de los temas sociales del lugar, sin embargo, comentó, poco tiene que ver con la literatura israelí.
   “Cuando escribes no eres consciente, pero luego de un tiempo pensé —estaba a mitad de la novela—: ‘¿Esto se relaciona con alguno que haya leído antes en Israel?’ y llegué a la conclusión de que la repuesta era no, pero que sí estaba conectada con otras inspiraciones, una te sorprenderá: el realismo mágico de Latinoamérica pero también con cuentos orales judíos”.
   Los amores solitarios, recalcó, es un libro que no está de ninguna manera relacionado con lo que está pasando literariamente en Israel.

—La novela es sobre decisiones, ese momento fugaz que puede afectar el curso de la vida, ¿cuál diría que es su decisión más importante hasta ahora?
Puedo pensar en dos decisiones diferentes: una fue estudiar Psicología en la universidad, estudié cuatro años pero también estudié escritura, cuentos cortos, y entonces tuve que decidir, ¿continúo psicología o termino mi primer libro? Y esta fue una gran decisión, fue en Nueva York, estaba con mi familia ahí y opté por terminar mi libro. Esto cambió mi vida. Tomé un camino y mi vida entera cambió.
   La otra fue casarme. Creo que este libro además de sobre decisiones es acerca de segundas oportunidades, porque mi esposa y yo tenemos una historia similar. Nos conocimos cuando teníamos 24 años de edad, terminamos y volvimos muchos años después, tuvimos una segunda oportunidad. Los personajes en el libro también la tienen pero algunas veces obtienes esa oportunidad pero la desperdicias.
   ¡Ah, otra decisión! Tuve que decidir en Israel, luego del servicio militar, entre viajar a India o a Sudamérica. No sé porqué decidí viajar a Sudamérica y fue muy significativo, ahora es como mi segunda casa.

—¿Qué tanto hay de usted en los personajes?
Casi no. No me interesa escribir sobre la vida real porque la conozco, me interesa escribir ficción. El tema es de mi vida, pero los personajes y lo que pasa con ellos es totalmente diferente. Cuando leo este libro o cuando lo escribí, no sentí que era sobre mí, es sobre el tema que elegí vía los personajes.

—El libro parece escrito con mucha facilidad, fluye, ¿cuánto tiempo le tomó escribirlo? Parece que se sentó y en una tarde quedó listo
Es bonito que pienses que fue sencillo, significa que fue un buen trabajo. La realidad es que cuando escribí La simetría de los deseos fue fácil, pero este libro es otra historia porque tenía la idea, pero me tomó siete años entender cómo escribirla. Escribí un primer borrador que no fue lo suficientemente bueno, luego lo convertí en un guion para película, pero no obtuve el dinero para hacerla, así que regresé a la historia literaria y me tomó mucho tiempo hacer la novela. Después, no tenía el final, así que fue otro medio año para encontrar el final adecuado. No, no fue fácil, para nada, pero fue divertido. Me divertí mucho al escribirla porque es chistosa y sexy, así que lo disfruté.
   Tengo siete libros publicados y solo dos traducidos al español y, no sé porqué, son justamente los dos con los que más me he divertido al escribir. Estos dos libros, La simetría de los deseos y Los amores solitarios, son los que más he disfrutado escribir.

   Nevo señaló que aunque Los amores solitarios tiene mucho de divertido y sexy es también un libro en la que la soledad tiene un peso determinante. “La gente que aparece en él está muy sola. No pertenecen a ningún lugar, son inmigrantes, tienen amor pero es complicado porque no pueden hacer nada con él, les complica la vida… hay mucha tristeza, temas serios, incluso temas sociales sobre mi país, pero de alguna forma es una historia sobre mí como narrador. La gente se sienta junto al fuego y hay un hombre viejo que les cuenta una historia, siento que yo soy ese hombre viejo. Yo no creo que un escritor deba usar corbata y saco porque nuestro trabajo es contar historias, lo básico sobre esto es captar la atención y entonces puedes contar lo que quieras”.

—Aunque alguien esté enamorado y correspondido, ¿cree que la soledad siempre está presente en la vida?
Sí, porque si te fijas en las parejas del libro tienes a un niño de 10 años de edad que está enamorado de alguien de su grupo escolar pero como es tan tímido no puede hacer nada, no es una pareja, se siente solo; después tienes a Moshe y Ayelet, que es la historia central del libro, se aman pero él tiene esposa e hijos y ella tiene marido, no pueden estar juntos o quizás pueden pero es problemático; luego están Anton y Katia, los viejitos, están enamorados, pero él no puede dormir con ella porque tiene un problema físico; y está también el alcalde que es corrupto pero su esposa no lo ama y sufre… las parejas de este libro no son como de Hollywood o de novela y creo que es así en la vida real, siempre hay conflictos en las parejas. A veces conflictos escondidos.

—¿El amor mueve al mundo?
El dinero y el amor (risas). Creo que la necesidad de intimidad es una fuerza en el mundo, lo puedes ver no solo en las parejas sino con la amistad y la familia.
   El libro fue publicado en Italia hace algunos meses, hubo una gran conferencia y el profesor que moderó la presentación dijo: “Este es un libro sobre sexo”, no sobre decisiones, no sobre soledad sino cómo la pasión sexual mueve el mundo. Todos tienen razón, hay muchos temas en una novela, pero creo que la necesidad de intimidad es algo que mueve al mundo.
   Cuando veo al mundo hay mucha más gente solitaria porque los tiempos modernos, con Facebook y los celulares, crean soledad. En mi país hago talleres de escritura y una de las alumnas dijo: “Lo que más me gustó del curso es que conocí gente de verdad y tuve conversaciones que no fueron vía Whatsapp”. Creo que la gente se vuelve más solitaria y entonces la necesidad de intimidad es más fuerte. Así que sí, mueve al mundo.

—¿La literatura es para usted un gran amor?
No, mi amor está con mis hijas, con mi esposa. (La literatura) Es un campo de libertad, un campo para jugar, como un campo de niños. Un campo en el que puedo hacer lo que quiero. En la vida real soy marido, jefe, padre de tres niñas… hay muchas cosas que no puedo hacer en la vida real, pero en la literatura todo va. Para mí es ser libre, eso es la escritura para mí.



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