Entrevista con Olga Tokarczuk

Olga, poética y racional

La escritora polaca Olga Tokarczuk, una de las voces literarias más conocidas y reconocidas de su país, señaló en entrevista para PROVINCIA que en su alma de autora están presentes las letras latinoamericanas y por supuesto las mexicanas. Es por esto que se dijo encantada en su primera visita al país en la que habló de su novela Sobre los huesos de los muertos (Oceano).
   “He tenido la posibilidad de viajar un poco, pasé los primeros días viajando de la Ciudad de México a Cancún, así que ahora puedo decir que tengo una impresión mayor de cómo es el país. Es enorme, es bello, es muy complicado, tengo que regresar”, dijo.
   Tokarczuk tiene en su haber dos nuevos tomos pero en el país su publicación más reciente es Sobre los huesos de los muertos una novela policiaca sui generis que tiene por protagonista a una mujer mayor cuyas convicciones respecto al cuidado del medioambiente y los animales resultan un tanto radicales. De hecho, la novela ocasionó un fuerte debate en Polonia, donde la cacería es una actividad muy común.
   En el libro se narra sobre una serie de muertes misteriosas y la consiguiente necesidad de aclararlas, sin embargo, no es un avezado policía quien lleva ‘la voz cantante’ de la historia, sino una ingeniera jubilada y profesora de inglés. Desde la perspectiva de esa improbable heroína es que se conoce la historia que se desarrolla en una zona rural de Klodzko, Polonia.
   Todo empieza con una muerte que parece fortuita y que no ofrece muchos obstáculos para ser resuelta: Fue un accidente, sin embargo, ese hecho es el detonante de otras pérdidas humanas que claramente no fueron producto del azar o del destino, y ahí es donde todo se complica.
   Janina Duszejko, la narradora, está convencida de su teoría: Los animales son los responsables. Según ella, la fauna del lugar, harta de ser cazada por los lugareños —cuya actividad está regulada por la ley—, está tomando represalia contra quienes la amenazan con sus rifles.
   Duszejko, firme creyente de la astrología, se interesa a su manera en todos los hechos sangrientos que se empiezan a suscitar en su entorno y, horóscopo en mano, busca ayudar a la policía a desentrañar el misterio; sin embargo, los prejuicios contra su edad, aspecto y creencias harán que esa mujer insistente y beligerante, quien tiene respuesta para todo, sea tomada en cuenta hasta que ya es demasiado tarde.

—Las ideas de su protagonista causaron controversia, ¿usted concuerda con ella?
Es una pregunta que me hacen continuamente y la respuesta es: por supuesto que no. Algunas veces la gente cree que Janina Duszejko, el personaje principal, es similar a mí o que soy yo, y claro que no, este libro fue una suerte de provocación desde el inicio, desde las primeras líneas. Quería atraer la atención de la gente hacia el problema de matar animales que es un tema importante para mí y quería simplemente que se discutiera sobre ello porque para mí el tema principal del libro es ¿cómo podemos ser buenos ciudadanos de un país cuando no aceptamos sus leyes? Cuando la percibimos como mala, como inhumana, ¿qué podemos hacer?, ¿qué tan lejos podemos llegar si nadie nos escucha sobre eso que queremos cambiar?

—Su trabajo nunca pasa desapercibido, ¿aún se sorprende cuando surgen estas controversias por sus libros?
En Polonia hubo una gran discusión al respecto e incluso mis amigos cercanos, de alguna manera, no estaban de acuerdo conmigo respecto al tema del libro, pero esperaba esta discusión.
   Para mí la literatura es un campo de experimentación y también de experimentación moral, podemos hacer cosas que no podríamos hacer en la vida real, así que mi provocación fue buena porque hubo discusión. Incluso el expresidente Bronislaw Komorowski, que era cazador, dijo, luego de leer el libro, que prometía no volver a cazar. Así que fue un gran impacto el de este libro.

A su paso
Sobre los huesos de los muertos es un libro de ritmo lento y poético. Tokarczuk se tomó el tiempo de describir todo el entorno de manera minuciosa para transportar al lector a ese paraje rural, helado y boscoso mientras se desarrolla el personaje principal. Pese a esto, el proceso de escritura, compartió, fue breve. “Alrededor de seis meses. Ha sido uno de los más rápidos para mí”.

—Es muy poético, se pensaría que escribir con un tono así toma más tiempo…
Es que no soy escritora de novelas de detectives, esta es mi única novela de ese género y no volveré a él. Fue una suerte de experimento porque en Polonia este género está de moda y tuve la propuesta de mi editorial de unirme a esta moda en el campo literario, pero mi libro más reciente es una novela histórica, así que este libro está un poco alejado de mi obra.

   Lo anterior, dijo Tokarczuk, hizo que su visita a México se tornara aún más especial, ya que vino a hablar sobre un libro que no resulta representativo de su producción literaria, cuya adición más reciente es Los libros de Jacob, novela que le valió el Premio Literario Nike 2015.

—El tono poético hace que sea una novela policiaca un tanto extraña, ¿este elemento siempre está presente en su trabajo o fue por el hecho de que William Blake se menciona en la trama?
Sí, creo que mis libros son poéticos. Me gusta ser detallista, me gusta preparar con mucho detalle y cuidado la escena para la acción, así que en mis libros puedes encontrar este tipo de escritura.
   Sobre los huesos de los muertos no es solo una novela policiaca, sino psicológica, así que estaba muy interesada en construir personajes fuertes psicológicamente hablando. Por eso invertí tantas líneas y páginas en describir al personaje principal, Janina Duszejko, desde su pasado, para crear el modo en que ella piensa y pedirle al lector que se identifique con ella. Creo que esta es una manera especial de hacer una novela psicológica-policiaca, porque cuando te identificas con la heroína entonces no puedes creer que sea capaz de algo malo.

   En Sobre los huesos de los muertos el lector empieza a ‘caminar’ con Janina Duszejko y después de varias páginas se da cuenta de todo lo que estaba pasando a su alrededor y el final resulta en una sorpresa total.
   “Se suponía que fuera impactante”, admitió Tokarczuk  entre risas y evocó una novela de Agatha Christie en la que también se trastoca la estructura clásica de una novela policiaca o detectivesca en la que, por regla general, hay un malo al cual el bueno debe atrapar. “Estaba consciente de que (modificar esa fórmula) no sería una buena solución para todos los lectores”, dijo.

—La frase de ‘Nada es lo que parece’ viene a la mente al final del libro, ¿cree que esta frase tiene la clave, que nada, en la vida o en los libros, es lo que parece?
Sí, eso creo. Podemos percibir solo la superficie de la realidad y si tienes las herramientas para mirar más allá todo puede resultar diferente. Su punto de vista es totalmente diferente porque es rara, porque es vieja… ella es excluida de la sociedad. ¿Recuerdas esas escenas en las que ella trata decirles algo a los policías pero nadie la escucha? Todos la ignoran.

De alma latina
A Janina Duszejko, la protagonista de Sobre los huesos de los muertos le desagrada su nombre de pila, por lo que pide a todos que se refieran a ella como señora Duszejko, este es un rasgo, dijo la autora, que da cuenta de la personalidad de su personaje principal.
   “Esa es una señal de que Janina es una rebelde, que no acepta el mundo y también de que ella trata de aplicar su propia filosofía para todo. Es una suerte de filósofa doméstica. Además usa la astrología y eso la hace alguien raro porque la astrología no es usual actualmente pero ella busca ser diferente, pensar de manera diferente.
   “Janina pertenece a la generación de nuestros padres o abuelos, esta generación hippie. Ellos creían que podían cambiar el mundo y creo que nuestras generaciones, la suya y la mía, no creemos que el mundo sea mejorable”.

—¿Usted cree en la astrología?
No podría decir que creo pero me parece interesante porque es un arte antiguo, tiene 2000 años de existencia. Es una antigua paraciencia humana así que deberíamos aceptarla como historia de nuestro pensamiento, pero ahora creer en astrología, en Polonia, equivale a ser un fenómeno. No sé cómo se tome en México. Usé la astrología para crear a Janina como una especie de persona extraña.

—Hay una escritora entre los personajes de su libro, ¿es quizás un reflejo de sí misma?
No del todo pero sí. Tengo una casa en el campo pero no soy lesbiana. Estoy mal de la columna así que tarde o temprano deberé usar un collarín así que sí, fue un juego divertido para mí.  

—Llama mucho la atención que Janina usa sobrenombres y eso es algo muy común en México, ¿ha leído literatura latinoamericana o mexicana?
¿De verdad? Es interesante. Y sí, claro que he leído literatura latinoamericana. Mi generación en Polonia se fascinó con la literatura latina así que crecí con Borges, Octavio Paz y Fuentes. Creo que es parte importante de mi alma de escritora.

—Su libro más reciente, Los libros de Jacob, le trajo un importante galardón, pero también amenazas de muerte, ¿cómo lo tomó?, ¿se esperaba algo así?
Cuando era joven creía que escribir era un trabajo inocente, que tú escribías estas historias y describías tal vez tu vida, pero ahora creo que, quizás suena trivial, todo es político: Lo que comes, lo que vistes, qué tipo de libros lees, etcétera.
   Empecé a escribir un poco diferente, más consciente de todo esto, y en el último libro tomé un tema que en Polonia es aún muy difícil, digamos. Históricamente, en Polonia preferiríamos vernos como una nación de colores brillantes sin admitir que también hemos tenido momentos oscuros y que se hicieron cosas horribles. Este libro es sobre esto y la reacción en Internet estuvo llena de violencia. No lo esperaba pero parece que no mucha gente piensa como yo (risas).

—¿Tomó algún tipo de precaución respecto a las amenazas?
Sí, dos veces debí tener guardaespaldas en las presentaciones del libro. En estos encuentros con los lectores hubo también algunas pequeñas protestas con pancartas.
   Creo que ahora en Polonia tenemos una situación política muy frágil, me convertí en una suerte de víctima inocente de esta energía violenta porque mi libro no es provocador en realidad, es simplemente historia documental, todo está documentado en archivos. No era una provocación, Sobre los huesos de los muertos sí fue una provocación.

—¿Es sencillo, en Polonia, ser una mujer que escribe?
Para ser honesta preferiría ser un hombre. Sería mucho más fácil, como en todos lados, pero me las arreglo. Creo que los escritores hombres están más visibles, la gente pone más atención a un hombre que escribe que a una mujer que escribe. Pero mi posición es fuerte así que no importa tanto ahora.

—Es una de las escritoras más renombradas de Polonia, ¿qué tan polaca es al escribir?
Creo que no es ni siquiera una manera de escribir polaca, sino de Europa central. Tal vez somos muy similares polacos y mexicanos, en cuanto a que no creemos totalmente en la realidad, no somos tan realistas como los escritores anglosajones, así que en casi todos mis libros hay algo mágico, algo extraño. Estoy muy acostumbrada al lenguaje poético, creo que no podemos describir la realidad sin poesía, uso esa sensibilidad al escribir. Esta es la gran pregunta, pienso que somos diferentes, esta forma de escribir propia de Europa central, siempre balanceándonos en el borde de lo racional y lo irracional, lo poético y lo no poético.




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