La fiscalización de recursos ante el Conaculta pareciera infalible
Tanto peca el que mata la vaca...
Se habían planeado algunas actividades para la
inauguración del Teatro Juárez de Zitácuaro pero lo que sería un festival
cultural terminó en una mala película de terror.
Entre acusaciones de ‘moches’, extorsiones y hasta de que
los diputados federales piden ‘diezmo’ de todos los recursos federales que
logran etiquetar para municipios –este señalamiento fue negado horas después- el
tema parece no tener fin y tampoco claridad alguna.
El caso del ya bautizado ‘Festival del Moche’ involucra a
la gestora cultural Verónica Loaiza (VL), al presidente municipal de Zitácuaro,
Juan Carlos Campos y al diputado Ernesto Núñez (EN).
El ‘culebrón’ inició con la denuncia -por parte de Loaiza-
de que de los 6 millones de pesos etiquetados se gastarían solo 1.5 en las actividades
del festival y el resto quedaría libre para ‘repartirse’; luego siguió con el
señalamiento de Campos de que había sufrido un intento de extorsión por parte
de la gestora cultural.
El remate vino por parte del diputado quien dijo que
llegaría hasta las últimas consecuencias en su demanda contra Loaiza por
difamación.
Leer entre líneas
En el primer audio del caso, revelado el pasado 23 de
julio, se escucha:
“—(VL) A ver, tengo una preocupación muy grande, sí es
una gran cantidad…
—(EN) N’ombre, hay gente que no ha hecho nada, hay gente
que saca 10 millones y hacen uno
—(VL) O sea, no hay problema
—(EN) Ahí nomás todo documentar con facturas y demás y
documentar, un evento lo documentas doble y etcétera, etcétera, y luego hay
diputados que bajaron 10 proyectos de esos, no, no hay capacidad
—(VL) No hay bronca
entonces, me refiero a la prueba en físico y ese tipo de cosas
—(EN) No, te piden fotos, un evento le tomas fotos por
otro lado, o sea
—(VL) Sabes que me están pidiendo hasta la cotización de
los artistas
—(EN) Sí, tiene que ser gente de confianza tuya y diles
‘va a ser esto, pero tienes que presentar una cotización por esto’
—(VL) Ok, de plano
—(EN) Lo único es que tiene que estar justificado”.
Al respecto Ernesto Núñez comentó para PROVINCIA en la
citada fecha: “En el audio nunca se menciona que se le estén pidiendo millones,
eso que argumenta (Loaiza) es una farsa.
“Lo que se le está diciendo de las facturas era en el
afán de ayudarla, porque ella había tenido algunos gastos, yo le decía que
metería algunas facturas para que pudiera recuperar. Yo nunca había bajado
temas de recursos de cultura, les va muy bien a los que los desarrollan, hay
proyectos de 10 millones que salen en 6 y ahí les queda una utilidad, pero era
para que ella recuperara un porcentaje por los gastos que supuestamente había
generado, pero eso fue un comentario, nunca fue ni de que dame ni dale al
presidente, es un completamente mentira”.
Pero aunque el político señaló que únicamente fue un
comentario, sí hizo referencia a la posibilidad de obtener ciertas ‘utilidades’ al gastar
menos de lo etiquetado y no devolver el recurso, como por procedimiento se debe
hacer.
En el apartado 4.2.3 de las Reglas de Operación del
Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (PACMYC), dependiente
del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) se señala: “Los
recursos presupuestarios federales que no se apliquen a los fines previstos, en
cada proyecto, deberán devolverse a la DGCP (Dirección General de Culturas
Populares) para su correspondiente reintegro a la Tesorería de la Federación.
En caso de no realizar los reintegros en tiempo, el responsable del
incumplimiento estará obligado a cubrir los daños al erario federal por la
extemporaneidad de la concentración de los recursos que determine la Dirección
de Fiscalización a Entidades y Dependencias de la Tesorería
de la Federación”.
Los candados
En entrevista para PROVINCIA, María Catalina Patricia
Díaz Vega, delegada administrativa de la Secretaría de Cultura del Estado de
Michoacán (Secum), señaló que cada vez hay más disposiciones en lo tocante a
rendición de cuentas lo que dificulta que quien busque dar un mal uso a
recursos públicos tenga éxito.
“En alguna ocasión escuché a equis personaje decir: ‘Vamos
a constituir una asociación civil para que no nos fiscalicen’, nada más
equivocado, está expresamente en ley, aunque seas un particular, si recibes
dinero público para un fin social, tienes que rendir cuentas y eres sujeto de
fiscalización”.
La funcionaria estatal señaló que para la obtención de
recursos federales, en este caso a través del Conaculta, se debe presentar un
proyecto con objetivos claros y los medios para alcanzarlos, “y lo que en los
últimos tiempos está cuidando mucho el Conaculta es que haya un impacto social.
Estamos en una rama de gobierno que es de beneficio social, entonces todos
nuestros proyectos tienen que impactar en la sociedad, entre mayor población
cubra un proyecto, mayores posibilidades hay de que sea aprobado”.
Díaz Vega abundó en que existe una preaprobación de proyectos
por parte de la Cámara de Diputados cuando el recurso aparece en el decreto del
presupuesto de egresos, “pero preaprobado, la responsabilidad del Conaculta es
entrar a fondo, verificar el objetivo y alcanzar el beneficio social”.
Cuando el proyecto finalmente se aprueba –en el caso de
los culturales por parte del Conaculta-, el presupuesto debe quedar justificado
señalando los montos destinados a diversos renglones -contratación de artistas,
música, viáticos, transporte, hospedaje, etcétera- y luego de esto se firma un
convenio con el beneficiario, ya sea la Secum, el municipio que lo haya
presentado o la asociación civil solicitante.
“Ese convenio establece el destino específico (del
recurso) y la obligación de comprobar todo con documentación formal,
documentación que cumpla todos los requisitos fiscales. Si hay que celebrar
contratos, que estos cumplan con todas las normas de la ley, pero no basta el
contrato, la persona que se contrata deberá expedir el comprobante fiscal
correspondiente con todos los requisitos.
“Ahora que se dio la reforma a los comprobantes fiscales
digitales, también nos especifica que no nos acepta comprobación, por ningún
motivo, que no cumpla los requisitos fiscales ni comprobación que no corresponda
a lo comprometido. Si yo dije que iba a comprar huaraches para la danza x, yo
tengo que comprobarle que compré huaraches para la danza x, no que se me
ofreció otra cosa”.
El punto número uno del Prontuario del rendidor de
cuentas, incluido en el Instructivo y Formatos de informe para rendición de cuentas 2013 para los
donativos que otorga el Conaculta se establece: “Es obligación del
Donatario presentar informes trimestrales a partir de la fecha de firma del
contrato de donativo sobre el avance del proyecto y uno final al término del
mismo. En caso de que el proyecto tenga una duración menor a tres meses deberá
presentar informes mensuales”.
“Al día siguiente de que se cumple el trimestre ya
tenemos un requerimiento del Conaculta, tienen muy buen control”, comentó Díaz
Vega.
“El convenio también establece el compromiso del
beneficiario de permitir el acceso a la fiscalización, sea del propio órgano del
control del Conaculta, Contraloría Interna, de la Secretaría de la Función Publica
-que fiscaliza los recursos federales- o la Auditoria Superior de la
Federación, cualquiera de las tres instancias nos puede auditar. Cualquier
beneficiario debe tener toda la disposición de atender a esas tres instancias fiscalizadoras”.
Si los procedimientos se cumplen en apego a lo señalado por
la funcionaria sería muy difícil obtener una ‘utilidad’ de recursos etiquetados
como sugirió el diputado Núñez, y en el caso de presentar facturas ‘infladas’,
estas deberían salir con un sobreprecio con todo conocimiento de quien las
emite, hecho que añadiría un involucrado más a un proceso de corrupción.
Conseguir comprobantes que aunque legales no coincidan con
los objetivos de un proyecto no es una opción viable para quien quera hacer mal
uso de recursos y mucho menos la falsificación de los mismos.
En los puntos seis y nueve del Prontuario del rendidor de
cuentas se señala: “Los recursos no podrán destinarse a conceptos, actividades
y objetivos diferentes y/o no alineados a los comprometidos en el proyecto y aprobadas por el Conaculta”;
“Las facturas y recibos de soporte fiscal a los gastos registrados deberán ser
revisados previamente a la presentación al Conaculta en los controles del
Servicio de Administración Tributaria (SAT) en Internet, tanto facturas
impresas como digitales deberán presentarse acompañadas de su verificación
impresa”.
Respecto a la fiscalización se le hizo la siguiente
pregunta a la delegada administrativa de la Secum:
-¿La fiscalización se hace a cada uno de los proyectos, o
solo hay la posibilidad de? Tal vez se realiza y pasa el proyecto y no se
fiscaliza
Efectivamente. Si aquí en la secretaría tenemos más de
200 proyectos, imagínate a nivel nacional, como para que exista la capacidad
humana de fiscalizar el 100 por ciento.
El riesgo -si tenemos malas intenciones lo vemos como
riesgo- la posibilidad de que se fiscalice existe y creo que afortunadamente
también el uso de las nuevas tecnologías apoya en mucho la fiscalización. Los informes
trimestrales apoyan mucho a quien tiene la responsabilidad de fiscalizar decida
dónde tiene que fiscalizar para encontrar a quien esté haciendo mal uso y no
quitarle tiempo a quien esté trabajando bien. ¿Cómo lo apoyan? Los informes son
a través de un sistema que está en la red, nosotros subimos la información,
incluso escaneamos los comprobantes, incluso sé, porque alguna vez pertenecí a
las áreas fiscalizadoras, que ellos imprimen ese comprobante y en la página del
SAT hay una aplicación para verificar la autenticidad o legitimidad de un
comprobante, cada vez más la autoridad le cierra la puerta a la gente de malas
costumbres.
No dicen nada
Diario Reforma dio a conocer que en el proyecto
presentado ante el Conaculta se habían presentado con sobreprecio algunos
grupos y artistas.
P'urhembe, grupo de música purépecha que cobra 3 mil 500
pesos por actuación estaba contemplado con 36 mil 750 pesos; Orquesta Sinfónica
de Michoacán -que ya está en la nómina pública- por 400 mil; lonas
publicitarias por 90 mil; una Antología poética valuada en 200 mil pesos, cinco
veces más de lo que la editorial Quimera acostumbra pagar, según su
coordinador, Sergio Téllez-Pon; son solo algunos ejemplos de lo planeado.
Pese a todo lo anterior, a que la atañe directamente y
aunque hace ya una semana que se dio a conocer el caso, el Conaculta no se ha
pronunciado al respecto.
Ayer este medio estuvo llamando al consejo y luego de estar ‘rebotando’ de extensión en extensión y de área en área, Gloria Barajas Gutiérrez, subdirectora de Animación Cultural –departamento encargado de los festivales culturales- respondió vía correo a una solicitud de entrevista: “Estimado Sr. Ignacio Torres/ Confirmo la recepción de su atento correo electrónico y hago de su conocimiento que el CONACULTA cuenta con un área de prensa, a la cual usted puede dirigir su petición./ Sin otro particular, reciba un cordial saludo.”.
Ayer este medio estuvo llamando al consejo y luego de estar ‘rebotando’ de extensión en extensión y de área en área, Gloria Barajas Gutiérrez, subdirectora de Animación Cultural –departamento encargado de los festivales culturales- respondió vía correo a una solicitud de entrevista: “Estimado Sr. Ignacio Torres/ Confirmo la recepción de su atento correo electrónico y hago de su conocimiento que el CONACULTA cuenta con un área de prensa, a la cual usted puede dirigir su petición./ Sin otro particular, reciba un cordial saludo.”.
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