Comentario sobre el libro El lado salvaje

Salvaje oscuridad

Hay brujos, brujas, pasadizos, cuchillos mágicos y profecías. Es una historia que en principio está dirigida al público juvenil pero que va mucho más allá de ese subgénero literario. Sin importar su edad, el lector podrá disfrutar del nuevo libro de Sally Green.
   Se trata de El lado salvaje, la segunda entrega de la saga Una Vida Oculta que la autora inglesa presenta en México de la mano de la Editorial Oceano dentro de la colección Gran travesía. La primera parte, El lado oscuro, llegó al país el año pasado.
   Este nuevo libro reencuentra al lector con Nathan, el protagonista de la trama, quien luego de haberse encontrado brevemente con su temido padre, Marcus, el más célebre de los brujos negros, empieza a tomar conciencia del don que adquirió al cumplir los 17 años de edad luego de recibir tres regalos en una ceremonia que marca el inicio de la edad adulta de todos los brujos.
   En el mundo literario creado por Green hay dos bandos: blancos y negros. Los primeros se asumen como los buenos mientras que señalan la maldad de los segundos. Ese enconado enfrentamiento hace que cuando se da la presencia de un brujo código medio, es decir mitad negro y mitad blanco, este sea repudiado por ambos grupos.
   Ese es el caso de Nathan, un código medio que tiene además la suerte y la mala fortuna de ser hijo del brujo negro más temido de toda la historia cuyo poder, habilidades y carácter hosco lo hacen el protagonista de las peores pesadillas de todos.
   En El lado oscuro, Green presenta a su protagonista y la manera en que es tratado por el consejo de brujos que intenta decidir si debe clasificarlo como blanco o negro. El joven brujo estuvo prisionero durante años en condiciones infrahumanas y luego de un golpe de suerte logra escapar de su cautiverio en búsqueda de respuestas.
   Nathan ha vivido atormentado por el constante señalamiento de su media hermana, Jessica, quien siempre lo culpó de la muerte de su madre y también por el hecho de no encontrar su lugar en el mundo y la sociedad. Criticado por todos y temido por muchos, ese sentimiento de incomprensión lo acompaña también en esta segunda parte de su historia en la que, además, debe lidiar con el don recibido por su padre, que le permite convertirse en algo salvaje que no logra descifrar y que le produce miedo y fascinación a la vez.
   El desarrollo del complejo Nathan continúa en El lado salvaje, sigue sin tener todas las respuestas pero está convencido de su motivación: encontrar la manera de salvar a Annalisse, la chica que le gusta y que está atrapada en un sueño parecido a la muerte a causa de una mala jugada que él considera su culpa. Él está convencido de su amor por Annalisse, ¿será recíproco e incondicional el de ella?

La batalla
A la lucha interna que sostiene Nathan con su avasallante don se une una externa: Soul y Wallend, destacados brujos blancos que tomaron el control del consejo y están decididos a acabar por completo con la población de brujos negros. Al ser él mitad de unos y mitad de otros, ¿a quién debe apoyar?
   El lado salvaje presenta a un protagonista que sigue confundido, dado que aún no tiene respuestas, pero a la vez fortalecido. Nunca ha tenido nada claro, pero ahora es más consciente de lo que es capaz y aunque eso le produce dudas y complicaciones también, verá el lector, es un primer paso en el camino que lo llevará a terminar de entenderse y descifrar quién es y lo que de verdad implica, para bien y para mal, ser un código medio.
   Nathan es, como ya se sabe, un solitario, sin embargo siempre encuentra, o es encontrado, por quienes podrán ayudarlo. Sus afectos y aliados, por lo tanto, son pocos pero verdaderos y el más fuerte de todos es Gabriel, a quien conoció cuando recién había escapado de su cautiverio y que ahora continúa a su lado de manera incondicional.
   En esta nueva etapa de su historia el joven brujo tendrá también otros reencuentros que lo pondrán en perspectiva respecto a su pasado, pero también sobre los niveles de maldad y bondad que, se supone, le aportan sus condiciones blanca y negra. En algunos casos podrá controlarse, en otros, el lado salvaje arrasará con todo.

En medio
Como ya se mencionó, El lado salvaje ofrece una historia que, al igual que El lado oscuro, pueden disfrutar lectores de cualquier edad. Aunque se trata de una trama de magia y brujos dirigida al público juvenil —con lo que la comparación con Harry Potter es inevitable— el tratamiento que le da la autora es mucho más adulto, contemporáneo y real.
   Green crea un héroe imperfecto en Nathan —que todo el tiempo lleva la narración y ubica a quien la atestigua desde su perspectiva—, lo atormentan el odio, el coraje y las pérdidas que ha sufrido y también no saber cómo lidiar con la oscuridad que está en él, un aspecto que, siempre se lo han dicho, es malo.
   Es justo por lo anterior que la historia creada por la autora inglesa sobresale: va más allá de la historia entretenida de aventuras y en medio de estas se convierte en una reflexión íntima sobre ser diferente y también acerca de los claroscuros que habitan en cualquiera.
   Así como la luz del día avanza creando sombras en algunos sitios e iluminando otros, la vida, el carácter, el contexto y las situaciones hacen lo mismo con los personajes de El lado salvaje y, principalmente, en Nathan. Este aspecto, aceptar que habrá luz y oscuridad, que son inseparables, es uno en el que muchos lectores encontrarán un punto de comunión con la historia y los hará dilucidar sobre su propia situación.
   Al igual que en El lado oscuro este segundo libro toca de manera muy puntual lo peligroso y absurdo de la discriminación y el señalamiento contra algo o alguien que se sale de la norma y que por descontado se clasifica como malo o defectuoso.
   Otra reflexión importante que se encuentra en el libro, y que va de la mano con los claroscuros de la gente, es sobre el calificativo de salvaje. “La palabra salvaje es interesante”, declara uno de los personajes. “Pensamos que lo salvaje no está domesticado y que se halla fuera de control pero la naturaleza no es así, por supuesto; la naturaleza es controlada, ordenada, extremadamente disciplinada en todos sus elementos”.
   Ese orden, esa disciplina del torbellino salvaje que habita en Nathan es a lo que aspirará durante el libro. Algo más que buscará descifrar es su relación con Gabriel, ese amigo inseparable que quizás puede ofrecerle algo más que aprecio y compañía. Es posible que al margen de lo que siente por Annalisse, su conexión con Gabriel sea mucho más fuerte y de una naturaleza distinta a la que pensaba.
   El lado salvaje es, como ya se dijo, un libro de aventuras más adulto en el que hay romance, pero también hay deseos —sexuales, emocionales, físicos— insatisfechos  que podrían trastornarlo todo y hacer que amores y lealtades se reviertan ante el zarpazo salvaje de la incomprensión y la irreflexión.



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