Entrevista con JIS

Sexo. Al que le sabe, es que ya probó

El sexo sigue siendo un tema polémico. La censura (y a veces autocensura) que sobre este se hace tanto en medios, publicaciones —periódicas y literarias— como en el lenguaje cotidiano resulta ridícula si se toma en cuenta que el acto sexual —o al menos la idea de este explícita en mayor o menor grado— está presente en todas las telenovelas, producto de entretenimiento masivo por excelencia
   Es también paradójico que un libro como Sexo. A eso sabe la reina (Sexto Piso) de José Ignacio Solórzano (JIS) pueda resultar escandaloso para ciertos grupos cuando hace más de 2 mil años se escribió otro tomo respecto a los placeres carnales: El Kamasutra.
   Por supuesto, Sexo y El Kamasutra son publicaciones con objetivos diferentes pero tienen la misma esencia: hablar del acto sexual y lo que este implica sin reparo de nada y fue así como JIS habló en entrevista para PROVINCIA sobre este nuevo libro que incluye ilustraciones sueltas, partes de su famosa tira titulada Otro día además de una (léase sin doble sentido) introducción escrita por Abraham Cruzvillegas.
 
¿Coincide con esta frase que nos dice que el sexo mueve al mundo?
Cuando menos sí es una de las energías fundamentales que trae muchísimo desmadre, muchas promesas de gloria, frustraciones, violencia, paraísos perdidos, locura…

Para JIS, como dijo en esta charla, el sexo es algo más que complicado y complejo que resulta también en un acto casi celestial en el que sin embargo, añadió, hace falta reivindicar al sentido del gusto.
   “Es que el sexo es esa maravilla. Es esa cosa maravillosa, es una función maravillosa de los animales y del humano en la que están involucrados todos los sentidos. Es verdaderamente un prodigio”.

Además del gusto, ¿qué otra cosa cree que se soslaya en el sexo?
Yo supongo que cada quien va poniendo sus propias trabas, va teniendo a veces mañas demasiado estrictas, lo cual le impide a veces abrirse a buscar otras posibilidades de goce. Aunque básicamente es el clásico ‘chaca-chaca’ cada gente tiene su ladito, tiene su ángulo (risas).

Recuerdo que en un catálogo anterior de Sexto Piso su libro aparecía con el subtítulo Puercadas y caricias y finalmente cambió a A eso sabe la reina
Qué bueno que lo cambiamos. Depende de en qué momento y qué parte del día estemos, hay veces que lo que más nos gusta es el lenguaje más fuerte, más cochinón y eso nos va a excitar, y hay otros momentos en los que estamos buscando que nada más nos sugieran las cosas y que quede un poco velado. Entonces en esa duda, en mi opinión quedó mejor poner un título más sugerente, Sexo. A eso sabe la reina, que quede una invitación más elegante, creo yo, a probar esas delicias.
   Y aunque en el nombre del tomo se hace mención de la figura de una reina, JIS no se decantó por alguna soberana en particular si no que, dijo, ha vivido la suerte de encontrarse con reinas y hasta diosas de carne y hueso.
   “He tenido la dicha de haber conocido las delicias de las mujeres y puedo dar fe de la maravilla del sabor femenino, entre otras cosas.
   “Ves a mujeres hermosas y son reinas”, añadió el nacido en Guadalajara, “y dices ‘¿a qué sabrá esa reina?’, eso es lo hermoso del acto sexual en donde uno, cuando la cosa sale bonita, enaltece al otro de la manera más sublime que puede hacer. Es de las maneras más chingonas que tiene el humano de enaltecer al otro, y aquí en este  caso, cuando es un momento bueno, realmente es la sensación de que estamos en presencia de una diosa, de una reina. Dices ‘qué suerte que estoy ahorita en presencia de la divinidad femenina’”.

Olvido afortunado
Desde que JIS se inició en eso de ‘hacer monos’, el sexo —de manera frontal, explícita y genital— ha estado presente en sus creaciones por lo que este libro resulta en una suerte de compendio de un largo periodo de trabajo.
   “(El sexo) es uno de los temas que me ha encantado tocar casi desde que empecé a ‘hacer monos’. Entonces no fue así tan premeditado o el material pensado en que iba a ser un libro sino que ya después de alrededor de 30 años que llevo haciendo esto, a la hora de estar viendo temas posibles para hacer unas colecciones era uno de los obvios. Llevábamos varios años diciendo ‘a ver cuándo armamos ya el de sexo’ y sí, ya era hora, hay muchísimo material, incluso se quedó mucho afuera”.

¿Fue difícil el proceso de edición?, ¿Qué tanto material quedó fuera?
No tanto porque creo que estoy sospechando que fue por una especie de accidente en que los archivos en los que venía toda la otra parte se quedaron traspapelados y entonces no entraron al proceso de edición.
   Cuando yo hablé con el maestrazo Alejandro Magallanes —que además para mí es un motivo de muchísimo orgullo porque soy fan del trabajo de este artista y diseñador— a la hora que él me dijo —cuando ya me mandó las pruebas y me gustó mucho—: ‘lo metí todo’, después se me quedó resonando esa frase y le dije ‘espérame, tengo muchísimo más’. Me puse a revisar, y efectivamente, hay grandes bloques de trabajo que no se consideraron. Fue un accidente de traspapeleo pero creo que fue afortunado ese accidente porque hubiera sido demasiado caos.

El sexo ha sido constante en su trabajo, ¿los moneros en general lo toman en cuenta?
No estoy seguro. Estoy seguro de que todos son una ‘bola de calientes’ también (risas), pero lo que pasa es que una gran parte de los caricaturistas está enfocados al cartón más bien político o de cuestiones de entretenimiento, o crítica de las costumbres, pero sí, cada cierto tiempo (lo retoman), no lo he checado con cuidado pero ahorita por ejemplo me acordé que hay cosas muy finas de Naranjo, casi todos… hay un momento en que dan ganas de o rozar o meterse al tema.
   Y estoy hablando de los moneros porque si te vas a los artistas un poco más en general, es una orgía aquello… (risas)

¿A quiénes les recomendaría su libro?
Yo digo que a todo mundo (risas). A partir de los 14 años yo creo que ya pueden abrir el libro.

La Tetona Mendoza, ¿aprendería del libro o lo superaría?
Hubiera estado padre un capítulo del Santos y la Tetona Mendoza, ahorita que lo dices (risas). Ellos traen su capítulo aparte, digamos.

Entre tímidos y desatados
Y aunque el sexo resulta un tema prácticamente cotidiano, JIS señaló que no se ha perdido un poco de la mística que lo envuelve.
   “Por un lado una cosa tan presente en todos lados, el sexo de manera directa o de manera implicada o soterrada, pero está en todos lados. A mí me cuesta trabajo realmente entender el papel exacto que juega, a veces sí puede parecer ya en muchos sentidos una energía domesticada, en todos los matrimonios con sus rutinas y todo más o menos en orden, pero hay todo otro lado subterráneo del imaginario, del subconsciente que supongo hay esa cosa oscurona, íntima, que nos sigue fascinando y a la cual le seguimos poniendo un lugar sagrado, a pesar de todo”.

¿Cree que culturalmente los mexicanos disfrutan del sexo con libertad o hay ciertos tabúes?
Me encantaría saber. A veces lo que me sucede, como con tantas otras cosas, es que nos encanta generalizar para sentir que conocemos las cosas pero realmente no tenemos idea.
   Yo supongo que hay muchísimos mexicanos que entran en esa categoría, más contenidos, quizás hasta tímidos, pero yo estoy convencido de que también hay muchísima banda muy desatada con una sexualidad bastante libre que más bien me da envidia (risas).

Si tuviera que elegir una de las dos cuál elegiría: ¿sexo sin amor o amor sin sexo?
Es imposible. A pesar de que son energías con sus diferencias, en mi caso están muy, muy, relacionadas. No las puedo separar.

Un nerd afortunado
A pesar de que JIS es cocreador de El Santos vs La Tetona Mendoza y autor de cientos de caricaturas en las que falos, traseros y vaginas están presentes en todo su esplendor, el tema del sexo ya en el terreno práctico y personal le resulta avasallante.
   “Lo que pasa es que yo creo que la cuestión sexual es un campo, es un nudo en el que muchas cosas humanas están relacionadas.Tanto cosas muy chidas como frustraciones, derrotas y momentos fallidos y pánicos… yo creo que es una energía muy fuerte, ahí uno va dando tumbos y de pronto uno se encuentra en un salón prodigioso con una diosa como decía y también de pronto uno está en un callejón sin salida, perdido.
   “Además yo creo que mi vivencia ha sido bastante estándar, incluso diría que mucha de la óptica que yo tengo del sexo es la de un nerd, un tipo tímido. Mucho son fantasías de un voyeurista, el nerd de pronto ha tenido la fortuna de vivirlo en muchas ocasiones pero una grandísima parte es a través del deseo insatisfecho y de la imaginación”.

¿Hay alguna asignatura pendiente?
Yo creo que me quedaron a deber muchas cosas, la imaginación es muy grande, como con otros aspectos de la vida, la imaginación siempre va muy adelante de nosotros, entonces siempre nos vamos a quedar atrás.
   Además soy oficinista, soy un señor casado, ya ahorita mucha de mi aproximación es bastante tranquila. Afortunadamente mi esposa me gusta mucho, pero digamos que ya no puedo aspirar a alguna orgía, que por cierto nunca viví. Uno siempre se queda pensando ‘¿cómo será una orgía?’ (risas).

Tal vez en otro libro, o en otra vida…
Sí señor. Me la deben, me la deben (risas).


Foto: Tomada de http://lachorainterminable.mx/ 

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