Entrevista con Rodrigo Sigal sobre las Jornadas de Música Experimental del CMMAS
Amplían el panorama
Con un programa ampliado el Festival de Música
Experimental del Centro Mexicano para la Música y las Artes Sonoras (CMMAS) regresa
este año pero con un cambio de nombre: Jornadas de Música Experimental.
Al respecto, habló para PROVINCIA Rodrigo Sigal, director
del CMMAS, quien compartió parte del programa que se tiene preparado en la
edición de este año.
“Le llamábamos festival porque nada más era un serie de
conciertos y ahora le cambiamos el nombre a Jornadas de Música Experimental
porque incluimos talleres, instalaciones, y espacios adicionales más vinculados
con la formación y lo académico que antes no habíamos hecho, entonces por eso
varía un poco el nombre, este es, me parece, el cuarto que hacemos, y las
jornadas en realidad tienen la intención de buscar un espacio al principio del
año, ya en el marco de nuestro ciclo de conciertos que comenzó la semana pasada.
“Las jornadas suceden a finales de febrero, del 25 al 28,
todas las actividades son de entrada gratuita, y la idea es que es nuestro
primer punto nodal de nuestro ciclo de conciertos que comienza en febrero y que
termina en nombre, en donde ponemos al mismo tiempo varios conciertos seguidos,
a manera un poco de festival, como hacíamos antes, traemos diferentes artistas,
este año, la idea es que todo es te arco de conciertos, de febrero a noviembre,
tenga varios puntos a lo largo de los meses, uno a finales de febrero, en abril
tenemos otras actividades, en mayo tenemos el Encuentro Internacional de
Ensambles, luego en junio tenemos unos cursos y un pequeño encuentro de grafía
para música, luego el curso de verano, después tenemos Prácticas de Vuelo y
después Visiones Sonoras, entonces son los puntos centrales que sustentan todos
los conciertos y las actividades abiertas a todo público.
“La idea es tener artistas internacionales que no vengan,
toquen y se vayan sino que puedan dar una charla, presentar otro proyecto y al
mismo tiempo participar de los tres días, porque todos van a estar los tres
días”.
-¿Es la primera vez que se estructura así el programa
anual?
Este es el primer año que tenemos varios en el año,
(pero) ya lo hemos estado intentando, hacia allá hemos transitado los últimos
tres años en cuanto a la programación, pero eso desde el punto de vista
logístico y presupuestal ha sido complicado.
El segundo semestre del año pasado ya lo hicimos así y
este sería el primer año completo, comenzamos el 7 de febrero con el primer
concierto y terminamos en noviembre con los conciertos y en medio tenemos estos
nodos de actividad que van a darle sustento también a las actividades
académicas, y eso qué es lo que logra, que la gente que se desplace de otros
estados, del interior del estado o de ciudades cercanas diga ‘a bueno, no voy a
ir a Morelia desde México a un concierto un viernes de una hora, pero probablemente
si me puedo ir en esa fecha, de miércoles a sábado, después, en mayo, me vuelvo
a ir dos días y en julio tres días y luego en octubre otra vez’, porque los estudiantes
y los artistas de otros lados nos han comentado eso, o vemos en nuestros
videos, con el video de la semana, cuánta gente lo ve de otros lugares,
entonces nos damos cuenta de que no pueden venir a Morelia tres viernes del
trimestre, porque es cansado, es caro, es complicado, pero pueden hacer un
esfuerzo par este tipo de actividades y vale más la pena, vienen tres días y
tienen todo el día lleno de actividades. Al final tiene que ver un poco con
atender a la gente que no vive en Morelia.
-¿Qué van a incluir las jornadas este año?
De manera particular las jornadas de este año están muy
interesantes porque lo que buscan es justamente la diversidad, no son nada más
una manera de hacer música contemporánea con tecnología, tenemos por ejemplo a
un flautista italiano (Ricardo Fabbriciani) tocando música de repertorio, de
cámara, italiana, contemporánea, con computadora que es lo más nuevo que se
está haciendo en Europa, ese es el concierto del 26, el 27 tenemos al austriaco
Klaus Filip que presenta su concierto que es básicamente arte sonoro y una
visión completamente diferente del uso del sonido, el mismo Klaus que va estar
dando el taller (titulado ppooll), va a presentar una instalación (Photophon)
desde el 25, que es con lo que se inaugura las jornadas, él viene con el apoyo
del Instituto Cultural de Austria en México y el 28 tenemos el concierto de
Aarsom , que es la Asociación de Arte Sonoro Mexicano.
(De Aarsom) vienen
seis compositores (pero) vienen cuatro que yo considero, sin duda alguna, los
nombres más importantes del arte sonoro y la música con tecnología en México:
Javier Álvarez, Antonio Russek, Roberto Morales y Manuel Rocha, además de que
vamos a participar otros en el evento.
Aarsom lo que va a presentar es un panorama de lo que se
está haciendo hoy en México, desde el punto de vista musical, lo que la gente
va a escuchar es interesante porque con Roberto Fabbriciani, va a poder oír la
música de cámara contemporánea europea de los autores más conocidos, con Klaus
va a oír lo que el arte sonoro y la tecnología puede hacer y el viernes con
Aarsom van a escuchar la espacialización y el potencial de nuestro auditorio
con el sistema que tenemos de difusión en tercera dimensión, porque las obras
que se van a presentar son especialmente para ese sistema, incluso las de Antono
Russek o Javier Álvarez o Manuel Rocha que han estado aquí como compositores
residentes, y este año Roberto Morales, que viene, es uno de los compositores
residentes del CMMAS durante el año, entonces de esa manera como que se
interconectan las cosas.
Sigal señaló que aunque todas las actividades, incluso la
académicas, están dirigidas a todo el público, también es cierto que ppooll,
taller que impartirá Klaus Filip, está pensado para artistas que buscan conocimiento,
capacitación y experiencia.
El director del CMMAS añadió: “La ventaja del arte sonoro
es que tiene una frontera muy diluida con otras artes, en el sentido de que el
sonido es el medio de expresión pero no necesariamente es música, ¿cuál es la
diferencia? La música es sonido pero
organizado de una manera especifica, y el arte sonoro no necesariamente depende
de la forma para funcionar, aunque suena a términos musicales, el arte sonoro
está mucho más cercano a la posibilidad de conectarse interdisciplinariamente,
entonces este curso puede ser interesante en ese sentido para artistas o creadores o gente interesada en la danza,
en el teatro o en otras cosas, pero siempre con una aproximación al lenguaje
del sonido”.
-La instalación, Photophon, ¿de qué se trata?
No sabemos, va a ser el final de su residencia, él (Klaus Filip) va a estar trabajando en
diseñarla, armarla y prepararla y a pesar de que conozco el proyecto, parte del
objetivo es que va a estar funcionando y definida hasta la inauguración,
entonces digamos, es un poco intencional, de parte de él, con la idea de que es
una cosa que no se ha presentado en otro lugar y con eso abren las jornadas, el
25 en la tarde, para que la gente pueda entrar al espacio y experimentarla y va
a seguir durante los días siguientes”.
-Este tipo de instalaciones, con el sonido como elemento básico,
¿ya se han hecho o es algo nuevo?
Es algo que existe desde hace mucho, el CMMAS siempre ha
tratado de hacer (traer instalaciones) pero nos ha costado trabajo desde el
punto de vista logístico, no tiene que ver con las obras en sí mismas, sino con
que al ser un centro que no tiene la capacidad de estar abierto permanentemente
como un museo para que la gente entre, todas las instalaciones las tenemos que
hacer en bloques de horarios para que la gente las pueda conocer, entonces eso
ha limitado nuestra capacidad en ese sentido, las instalaciones que hemos hecho
puestas afuera -en la Casa de la Cultura o en otros espacios- requieren mucho
cuidado, mantenimiento, una serie de cosas que no tenemos la capacidad humana,
digamos, de hacer, por eso en casos particulares como este, donde las
propuestas funcionan, lo hacemos por horarios y creo que funciona bien, pero son
siempre instalaciones que tienen un contenido importante de sonido, porque
existen muchísimas instalaciones de otro tipo, o apropiación del espacio público.
Luz y sonido
La instalación Photophon, de Klaus Filip, cuya
presentación inaugurará las Jornadas de Música Experimental del CMMAS, tiene
como base el principio establecido por Alexander Graham Bell, cuando invitó el
Photophone, posteriormente llamado radiophone.
La creación de Graham Bell es un aparato que permite la
transmisión del sonido a través de la luz. El dispositivo estuvo listo el 19 de
febrero de 1880 en el laboratorio del afamado inventor que se ubica en la calle
1325 en Washington, DC.
En el desarrollo del Photophone estuvo involucrado
también Charles Summer Tainter, asistente y
posterior socio de Bell en la Volta Laboratory Association.
El 21 de junio del mismo año, Charles trasmitió vía
inalámbrica un mensaje de voz a una distancia considerable: 213 metros, del techo
de la Escuela Franklin al laboratorio de Bell.
El Photophone de Bell es el precursor de la fibra óptica
y todos los sistemas de comunicación que la utilizan y que se empezaron a
utilizar en todo el mundo a partir de la década de 1980.
Filip señaló, en una página web donde se puede ver un
adelanto del funcionamiento de su instalación, que Photophon permite la
trasmisión del sonido hacia la luz y viceversa. “Ves lo que oyes y oyes lo que
ves. No hay sonido en el espacio que pueda ser escuchado sin audífonos, solo a
través de los audífonos, que convierten las señales de luz en sonido, podrá
escuchar al bulbo de luz trasmitiendo un sonido diferente. Caminando dentro de
la instalación puede crear su muy personal soundtrack”.
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