Entrevista con Juana Inés Dehesa sobre Treintona, soltera y fantástica
Fabulosas a cualquier edad
Un mensaje lo mismo divertido que aleccionador y
reflexivo puede (y en algunos casos debe) leerse en Treintona, soltera y
fantástica. Manual de supervivencia (Oceano) de Juana Inés Dehesa.
Las reglas y los convencionalismos cuando de citas se
trata, qué se quiere, Netflix y Candy Crush son parte del relajado ensayo en el
que la autora dijo haber vaciado su cajón de ropa sucia.
En una charla para PROVINCIA, Dehesa contó su concepción sobre
el terrible miedo a la edad de mucha gente y la molestia que le causan términos
como ‘solterona’ y ‘quedada’.
-En la Edad Media la esperanza de vida era de 30 años, si
nos ponemos místicos, ¿crees que el actual miedo la edad es algo ancestral porque se considera
a la tercera década como la antesala de la muerte?
No lo había pensado así, en realidad, como lo cuento en
el libro, es una especie de frontera imaginaria que sobre todo a las mujeres de
mi generación, y a los hombres también, se nos marcó mucho, ‘es que ya a los 30
años tengo que haber hecho…’ (y)ni siquiera ‘tengo que haber hecho’, ‘a los 30 años
ya tengo a, b y c’, ‘ya voy atener la
camioneta, los niños, el marido , el perro, el viaje a Disneylandia, y mi vida
resuelta’ y de pronto tómala, que no la tenemos, que como me sucedió a mí, nos
separamos a los treinta y tantos y hay que volver a empezar, y volver a ver qué
hay por ahí afuera y qué queremos y realmente qué es lo que esperamos de
nuestra vida, entonces no sé si es un miedo ancestral o si es una especie como
de reencarnación, a lo mejor ya morimos, cumplimos nuestro ciclo medieval en
este mundo, nos equivocamos muchísimo y nos dan otra segunda oportunidad, es
una perspectiva más bonita.
-Actualmente se puede decir que hay de todo y para todos
¿por qué sigue el temor a los 30?
Yo creo que hay de todo y para todos pero no nos la
acabamos de creer, por más que todas vimos Sex and the City y por más que todas
decidimos que los cosmopolitan eran una cosa maravillosa aunque saben a jarabe
para la tos y que los tacones eran una cosa fantástica con la que uno podía
caminar horas y horas por las calles de Nueva York -que no es cierto ni por las
de Nueva York ni por ningunas-, a pesar de eso seguimos viviendo nuestra
soltería y nuestra independencia como un castigo, como un fracaso y como algo que
hay que resignarse porque ‘ps ni modo’, frente a eso lo que planteo en este
libro es ‘a ver momento’, por un lado tus decisiones te llevaron a donde estas,
por otro no eres ese yogurt que se quedó perdido detrás de las cervezas en el
refrigerador y por eso no saliste, no, te sacaron, te vieron y te volvieron a
guardar, (porque) estás como una cabra, por algo estás soltero, por algo estas
ahí, y si ya no quieres estar ahí ve qué tienes que hacer, llévatela leve,
diviértete, y relájate sobre todo.
-Los gadgets, las apps, Candy crush, ¿son espacios para
vivir una soltería amena o son evasiones?
Hay de todo, por un lado yo soy la más fiel fan de mi Kindle,
de mi lector electrónico, de mi reproductor MP3, de Netflix, ver la tele con
comerciales me parece como una tortura china, por un lado sí y por el otro,
como lo digo en algún momento del libro, es espantoso que antes solo estabas
esperando que sonara tu teléfono y ahora estas esperando que suene tu teléfono,
que te manden una solicitud en Facebook, te manden un mensaje directo en
Twitter, te sigan, te hagan no se qué en Instagram, entonces claro, uno puede
perderse ahí adentro y vivir pendiente de algo que no sabes si va a suceder y
en un mundo que no es y perderte el aquí y el ahora o puedes estar tendiendo
trampas con todo esto, pero bueno por otro lado están las citas por Internet y
es otra manera para los que manejamos más el lenguaje escrito, como yo, es una
ventaja poder flirtear por vía escrita, aunque conmigo es difícil porque yo de
esto vivo, entonces la gente se asusta, pero no me voy a meter en un discurso
ni el libro esta en un discurso de ‘todo lo pasado fue mejor’ o ‘en mis tiempos
era más bonito’, mis tiempos son estos, es así y a mi me encantan las redes
sociales.
-Menciona en el libro en naufragio de la relación y
recordé la película de Naufraugo en la
que el protagonista se inventa a un compañero, Wilson, ¿cree que mucha gente
cae en crearse una pareja o irse con el o la primera que pasan?
Yo creo que ese el problema, digo al principio del libro
que el final de las relaciones largas se siente como el Titanic, o sea todo es
igual de dramático nada más que no hay ni orquesta ni Leonardo Dicaprio ni nada,
y sí bueno, uno vive esos naufragios y sí, es muy fácil y lo menciono también
dentro del libro, que uno caiga en ‘no me importa que seas una pelota de caucho
que no me contesta, tú eres mi novio’, lo digo mucho, esta frase de ‘mi novio’
que las mujeres decimos con el mismo tono que decimos ‘lero, lero’, y en realidad
pues no, la verdad es que conformarse y decir ‘me caso porque me caso’ es una
trampa terrible en la que caemos mucho las mujeres. Hay uno de los capítulos
que es ‘A mí para qué me sirve un novio’, (en el que digo) ‘dices que quieres
un novio pero en realidad no sabes como para qué’, entonces es como salir de
casa sin saber si quieres un ornitorrinco, un elefante o una enfermedad
venérea, francamente más vale que tengas claro cuales son tus objetivos, y una
vez que lo tengas (al novio) como a los cachorritos, alimentarlo, quererlo, y
no quererlo regalar a los 10 minutos, ‘lo mismo que te preguntarías para tener
un cachorrito, pregúntatelo para tener un novio’ dice en el libro.
-Las famosas reglas que hay que seguir cuando de citas se
trata ¿siguen igual o se han modificado?
Justamente yo menciono una reunión con mis amigas donde
yo decía ‘¿le llamo o no le llamo?’ entonces se organizó una mesa redonda -Power
Point, moderador -, donde además nadie me dejaba hablar ni de casualidad, ni
defenderme, ni nada, y lo que decían era ‘no, no, no, a los hombres no les
gusta que los busques, a los hombres les gusta tener su espacio y no se qué,
entonces si te llama no le contestes luego, luego, porque son cazadores…’, ok,
está muy bien, pero entonces si vives bajo las reglas eso es lo que vas a
conseguir, un hombre al que las reglas le importen mucho y a quien le importe
mucho pensar ‘chin, me contestó luego, luego, entonces seguramente debe ser
así’, bueno si ese es el tipo de hombre con el que tienes que salir está muy
bien, pero si en realidad a ti te da lo
mismo y quieres salir con un hombre al que no le friqueé que tú le llames y le
digas ‘vamos a tomar un café’, entonces llámale y si se asusta muy su problema.
La trampa es pensar que hay un solo tipo de relación exitosa , que hay un solo
tipo de camino para la felicidad o para el éxito, y que hay una sola definición
de éxito, las reglas funcionan para ciertas personas, yo platico en un capitulo
que fue de los que más me divirtió y que además escribí casi de un tirón,
platico una cita donde yo seguí las letras muy al pie de la letra y luego dije
‘me aburro como ostra’, es que estoy haciendo un papel, y además a mi me dejas
sola y soy como un chivo en una cristalería entonces claro, el pobre ser humano no vio ni por donde y ya yo había
terminado con él, entonces eso a mí no me funciona.
-¿Hay final feliz para quien no sigue las reglas?
Lo que yo planteo en el libro es que cada quien se
organice el modelo que quiera y por qué vas a querer un modelo que no es el
tuyo, por qué te vas a poner un vestido que no te queda a ti sino a tu amiga, si
a ti te funciona basta y si a ti te importa que todo mundo esté de acuerdo
contigo, lo digo en un momento del libro, lo que yo llamo el síndrome del juez
ruso, como si fueras clavadista chino y todo el tiempo atrás de ti fuera
alguien con una tarjetita de calificación, si estás preocupada por eso, entonces
vas a perderte la vida en eso; decide lo que tú quieres, diviértete, relájate y
realmente muévete por tus propios parámetros.
-¿Tiene ubicadas las profesiones en las que hay más
solteras?
No lo tengo identificado, te puedo decir yo que soy una ávida
lectora de novela rosa, que mi papá siempre me dijo que no me iba a llevar a
nada bueno y ahora vivo de eso, no solo de leerlas sino de escribirlas y de
platicar de ellas; las solteronas -por supuesto ‘la solterona’ y ‘la quedada’
son términos con los que me peleo mucho en el libro, y creo que no se valen-,
pero la mujer soltera fue durante mucho tiempo en el siglo XIX una institutriz,
una gobernanta digamos, una maestra, que eran como las profesiones más o menos
decentes a las que se podían dedicar las mujeres por no hablar de las otras, y
ahora curiosamente son las editoras, o sea, si ves de Bridget Jones para acá,
bueno, desde luego The devils wears Prada, un montón de novelas de este nuevo
genero que inauguró Bridget Jones, la Chick-lit, la literatura para mujeres.
(Una editora está) muy absorbida por su trabajo, por su construcción
profesional y que de pronto dice ‘yo no tengo paciencia ni ganas’, entonces
habrá que negociar y los hombres también se tendrán que acomodar, creo que a
los hombres les termina yendo muy mal con estas mujeres y tendremos todos que
acomodarnos, en ese sentido el libro es muy generoso, creo, y traté de hacerlo
así conscientemente porque incluye a los hombres y dice en algún momento ‘ya sé
que son malísimos y son pérfidos y no se merecen nada, pero démosles chance’, píchale
alguna, o sea explícale, ‘quiero que me trates bien pero que al mismo tiempo
que no me hagas sentir una inútil’, ‘que pagues pero que no me hagas sentir
mantenida’, ‘no soy débil pero trátame bien…’ pobres, no saben ni de qué lado
pega el Diurex y ya no quieren jugar a nada (risas).
-¿El proceso de
escritura fue una catarsis frente a la computadora?
En parte, hablo muy mal del personaje de Sarah Jessica
Parker en Sex and the City porque justamente hace pensar que es una cosa muy
sencilla (escribir) y no, fue mucho tiempo, yo escribo mucho, digamos, en mi
cabeza viendo y escuchando, yo me robo sin misericordia ni pudor todo lo que puedo
de todos lados, y entonces me pasaba que me encontraba a una amiga de la
infancia que hacia mucho no veía y me empezaba a contar de su divorcio que su marido,
sus hijos, que estaba lista para encontrar al amor de su vida pero ya, pero ya,
pero ya, y yo decía ok ‘tú eres mi capitulo ocho’, entonces me fui robando de todo y sí fue, digamos, si vamos a pensarlo
como ese momento ‘videoclipero’ de las películas donde no hay diálogos solo hay
imágenes y una canción cursilona de fondo, y generalmente hay un paseo por la
playa, yo no tuve paseo por la playa pero
sí fue un proceso muy catártico, muy frenético, a pesar de que fue lento,
digamos la escritura fue lenta, porque era ensayo y me tomo un poco más de
tiempo que la ficción, pero sí fue a razón de un capitulo cada dos semanas,
como con mucha calma para mis estándares, pero al mismo tiempo sí sabia para
donde iba cada cosa y cual era el principio y el fin del libro desde antes de
empezar, hacia donde iba esta trayectoria que tiene libro.
-El famoso #foreveralone, ¿es ingenio contestatario o
mera resignación?
Yo creo que lo que pasa es que no nos ponemos a pensar
qué es lo que eremos, que es lo que yo peleo en el libro, sí ok, quieres un
novio pero para qué, ¿pa’ que cambie los focos? Consíguete un electricista, ¿para
no decir que estás sola?, supéralo; primero nadie está #foreveralone, todos
estamos rodeados de gente y por el otro, hay que relajarse y no quedarse ahí y
regodearse cual puerquito en la miseria.
-¿Qué epitafio le daría a su generación?
‘Se preocuparon por tonterías’, yo creo que estamos muy clavados
en asuntos que no son tan importantes y mientras se no están yendo de las manos
cosas realmente importantes, yo creo que ese seria mi asunto con esta
generación, pongamos la cabeza en otro lado y la vista en otro lado, y veamos
qué es lo que podemos hacer entre todos.
-¿Se ha planteado adaptar el libro al teatro o al cine?
Estamos en eso, es complicado porque es un libro en primera persona, ahí si yo vacié mi cajón de ropa sucia, escribí párrafos enteros que decía ‘si lo lee mi mamá va a ser espantoso’, ya lo leyó y ya fue espantoso, había un capitulo sobre sexo que yo le decía al editor ‘por favor dime que ese capitulo no lo tenemos qué poner’, ‘¿a los ejemplares de mis tías les puedo arrancar ese pedazo?’, pero, yo me divertí horrores. La adaptación sería una cosa interesante, la estoy pensando por dónde podría ir en términos narrativos, pero yo creo que tendría cosas de decir, además es un texto que abreva mucho de la tradición narrativa, Sex and the City, las series, Jane Austen, Bridget Jones, Nora Ephron, sí es un texto que viene de mucha narrativa, muy lleno de historias y de anécdotas que podría dar para una cosa interesante en otros soportes, a ver qué tal.
Estamos en eso, es complicado porque es un libro en primera persona, ahí si yo vacié mi cajón de ropa sucia, escribí párrafos enteros que decía ‘si lo lee mi mamá va a ser espantoso’, ya lo leyó y ya fue espantoso, había un capitulo sobre sexo que yo le decía al editor ‘por favor dime que ese capitulo no lo tenemos qué poner’, ‘¿a los ejemplares de mis tías les puedo arrancar ese pedazo?’, pero, yo me divertí horrores. La adaptación sería una cosa interesante, la estoy pensando por dónde podría ir en términos narrativos, pero yo creo que tendría cosas de decir, además es un texto que abreva mucho de la tradición narrativa, Sex and the City, las series, Jane Austen, Bridget Jones, Nora Ephron, sí es un texto que viene de mucha narrativa, muy lleno de historias y de anécdotas que podría dar para una cosa interesante en otros soportes, a ver qué tal.
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