Entrevista con Antonio Malpica sobre El llamado de la estirpe

El llamado de la estirpe. 
Combatiendo al mal desde la Ciudad de México

Ingeniero en Computación de formación pero músico, dramaturgo y escritor de vocación, el autor mexicano Antonio Malpica se encuentra actualmente embarcado en la saga fantástica titulada El libro de los héroes.
   La historia de Sergio Mendoza, el protagonista, se narra el cinco grandes capítulos -como definió Malpica-, de los cuales ya están publicados tres: Siete esqueletos decapitados, Nocturno Belfegor y el más reciente El llamado de la estirpe.
   La serie, publicada por Oceano, está disponible actualmente únicamente en español, pero las traducciones y la difusión de su obra no es algo que le quite el sueño a su autor, quien se dijo enfocado en seguir ‘jugando a la casita de espantos’, al menos por otros dos libros más.
   “Desde el principio le dije al editor que si me daba chance yo tenía para cinco libros y sí le pareció bien y está platicadísimo, a menos que pase algo terrible en el camino sí vamos por otras dos (novelas), no obstante (la tercera entrega) sí cierra en mi escritura por una sola razón: Antes de este libro yo todavía como que tenía la duda de si podía verdaderamente escribir una saga y ya con este puedo decir que sí, incluso dejé las cosas en la historia un poco listas para que sea casi como otro arranque, haz de cuenta que si lo viéramos como una curva de tensión dramática, llega a un punto y se estaciona en un valle para volver a arrancar pa’ arriba, en ese aspecto para mí si es una especie de conclusión de algo, ya me siento como más entero para terminar los otros dos”.

-¿Cómo fue el proceso de escritura? ¿Una historia tras otra?
Me he dado el tiempo de irlas escribiendo a su ritmo, si no tuviera yo creo otras cosas que hacer, otras cosas en qué entretenerme, hablando de lo que yo escribo, yo creo que sí hubiera preferido seguirme, pero sí la verdad es que me entretienen otras cosas que también agradezco, porque finalmente Antonio Malpica no solo es esto, así me la he llevado, no sé, a lo mejor la cuarta y la quinta sí me las aviento de un tirón para también ya descansar, ha sido un proceso de 6 años, desde que se concibió la idea hasta este punto.

-¿Los personajes están definido ya de inicio a fin o se han desviado de alguna manera?
Los principales si están pensados a dónde tienen que llegar, hay otros por ahí en el camino que sí, con la pena, ya no llegaron a más (risas), pero sí hay como una necesidad de hacerlos llegar a la punta del cerro, por así decirlo, y no obstante eso no quiere decir que tengan que obedecerte como escritor, sí hay un crecimiento, sí hay una necesidad de tomar decisiones que los definen… entonces yo creo que aun sabiendo hacia donde tienen que llegar y eso me pasa tanto en estos libros que la historia es como más vasta -finalmente son cinco grandes capítulos-, también en los otros, lo que hago es sí planificar la historia, etcétera, pensar si al final ganan los buenos o no, pero sí dejar que los personajes actúen de la manera más humana posible, porque si no se vuelven tus títeres y yo creo que se nota de pronto, entonces trato de delinearlos lo suficientemente bien como para que en el transcurso de la historia reaccionen como tienen que hacerlo pero también apegarme a la historia porque si no te pueden traicionar vilmente y hacer lo que ellos quieren.
   Que también puede ser, hasta donde sé, Stephen King así es como funciona, plantea muy bien el universo y luego a ver qué pasa, a ver quién mata a quién, y le sale muy bien, pero también es cierto que igual y por eso sus historias son tan escalofriantes porque sale lo mejor y lo peor del alma humana.

-¿Entonces diría que la relación con sus personajes es un tanto tensa? ¿de colaboración pero con cautela?
Yo creo que sí, yo a mis personajes, a lo mejor suena un poco socarrón, pero los quiero y algunos hasta los admiro, el personaje principal de la saga, Sergio Mendoza, creo que sí lo admiro y si no mantienes esa distancia es como verte al espejo y decir ‘qué guapo soy’; necesitas sí darles cuerda y decir ‘mira, sí lo pensé lo suficientemente bien como para que haga y tenga sus dudas y se equivoque él solo’ entre comillas -porque sería muy anodino pensar que actúan solos-, tú los llevas, pero con esa cuerda que les sueltas actúan de  la manera en que crees que deben actuar; yo creo que sí es sana esa distancia.

-Historias fantásticas ha habido desde siempre pero a últimas fechas ha habido un boom de ese tipo de narraciones, ¿a qué lo atribuye?
Yo diría que más bien como que se le dio un poquito más de notoriedad, yo creo que finalmente también son como subgéneros medio ninguneados, necesitas haber nacido en el siglo XIX para que te consideren un clásico a pesar de escribir sobre tonterías como fantasmas, vampiros o lo que sea, entonces yo creo que eso siempre ha existido, lectores de Poe, siempre han estado ahí, lo que pasa como que ahora ya habido más la honestidad editorial de decir ‘son historias y funcionan’ y como que apapachar a los autores que lo vienen haciendo, también Stephen King tiene tantos años escribiendo y de pronto pareciera como si es su propio género, el terror, y no, simplemente como que hubo más chance de decir: ‘bueno, él no tiene todo qué decir’.
   Yo creo que simplemente como que le subimos un poco más al wattaje del foco, yo fui favorecido un poco como que con la época y me tocó caer en blandito, por así decirlo, mis libros creo que también están funcionado en el terror en buena onda, ya no hay el sobresalto que a lo mejor hubo en algún tiempo y menos con los chavos, para mí fue uno de los grandes hallazgos, me he dado cuenta de que los chicos lo digieren bastante bien y no tienen ningún problema para dormir y al contrario, hasta piden más.

   Cuestionado sobre si ha pensado en traducir su historia a otro idioma, dada la cantidad de historias fantásticas extranjeras que se traducen al español, Malpica señaló que de momento se siente cómodo con que se publique solo en castellano y se distribuya, de momento, únicamente en México, “es como apostarle a algo que yo tampoco sabría si va a funcionar fuera, todo ocurre en la Ciudad de México, por lo pronto como ya me dijeron que puedo seguir jugando a la casita de espantos de aquí a otros dos libros, con eso me conformo, ya luego veremos si hay chance de traducciones o de que explote más allá de la fronteras”.
   El escritor señaló que prefiere llevar un ritmo tranquilo porque antes de publicar El llamado de la estirpe, los fans de la saga estuvieron impacientes sobre su publicación “si era muy mortificante estar diciendo ‘ya pronto, ya pronto’, y con los otros dos (libros) yo creo que así va a ser, creo que sí preferiría terminarla y luego ya que la editorial si quiere sacar la cajita o si la quieren traducir, ahorita por lo pronto estoy bien así”.

-¿Cómo ha sido que un autor mexicano escriba una serie fantástica?
Es cuando dices ‘se vale de todo’, también eso de que a fuerzas nos toca escribir de esto y en este nicho, de monstruos ancestrales que no necesariamente son alushes, chanekes o la llorona, o fantasmas en la época colonial, yo creo que puedes abrevar de todos lados. Para mí esto fue desde un principio como un juego, honestamente sí, sin grandes pretensiones, aún la propia saga yo te diría que no sé a donde va a llegar, me refiero al impacto que pueda tener, porque para mí sí fue como un experimento lúdico en el que ya involucré a mucha gente: la editorial, los lectores, porque además creo que se vale, seas de México, de Perú o de Praga, se vale tomar de todas las referencias literarias que tengas al alcance, hacerlas tuyas y jugar con ello, por lo pronto ha funcionado, nadie se ha quejado, nadie ha dicho que por qué hablo de hombres lobos si esos pertenecen a la Europa Oriental, yo digo que se puede librar la batalla contra el mal desde un barrio de la Ciudad de México.

-¿Además de usted hay otros escritores nacionales con una saga literaria?
Ahorita estamos por lo menos Jaime Alfonso Sandoval y yo en esta aventura, Jaime Alfonso se va aventar nada más tres de su serie de Lina Posadas, no he leído el segundo, yo creo que va bien, el primero tuvo buena aceptación y está bien padre, pero por ejemplo Andrés Acosta, en Ediciones SM empezó con uno que se llama Olfatos, luego otro que se llama Subterráneos, no sé si va a haber un tercero pero sí hay, y también es fantástico, lo de Andrés es terror, lo de Jaime Alfonso también es fantasía y son series continuadas, entonces como que de pronto se nos antojó, no hablamos entre nosotros, no se nos ocurrió vaya, no nos pusimos de acuerdo. Yo sé que la de Jaime Alfonso al menos esa sí va a llegar a un término, seguramente antes que yo, Siete esqueletos decapitados es anterior a la primera de él, pero sí se puede y ahí vamos, no sé si de pronto nos van a traducir al sueco (risas) pero creo que no importa, también es lo padre de esto, en el fondo es un juego, nos está dando chance y ahí vamos.

-Tiene un creación importante de textos dramatúrgicos y hablaba de echar mano de todos los recursos al alcance, ¿en la construcción de sus historias utiliza los recursos teatrales con los que cuenta?
Inconscientemente pero sí, nunca me lo propongo así como tal, por ejemplo la construcción de personajes yo creo que sin darme cuenta siempre lo he hecho con los recursos que tengo de (ser) gente de teatro, aunque finalmente para llevar algo a escena y que resulte verosímil, la persona que está trepada y hablando, que te la creas que podría ser alguien vivo, que te encuentres en la calle, demanda eso, demanda que su forma de hablar sea lo más aterrizada posible, si no, puede empezar a sonar a doblaje malo del Canal 5, yo creo que es un proceso inconsciente de irlo llevando poco a poco, hacia el terreno de lo verosímil, no me lo propongo, pero sé que sí ocurre así, trato también de ser fiel a la curva aristotélica de la tensión dramática, trato de que en todos mis libros, justo por el público al que me estoy dirigiendo, traten de ser interesantes, entonces también sin hacer un esquema exacto en comparación con eso, sí trato de que siempre vaya como un crescendo en el interés del lector, y eso lo saqué del teatro.

-¿Lee historias para jóvenes regularmente?
Sí, pero tampoco soy muy clavado en ver qué se está haciendo, yo creo que aunque si ayuda ser buen lector para escribir, tampoco es absolutamente imprescindible, por ahí comentaba Marina Colasanti en un ensayo, que había oído de un señor que a los 80 años había aprendido a leer y a los 82 había escrito su primer libro, entonces yo creo que la necesidad de expresarte va más allá de ser un gran lector, no obstante yo sí leo, todo lo que leo lo leo por placer, no me clavo en las sagas como diciendo ‘por aquí va la tendencia’, leo a mis contemporáneos por gusto y no necesariamente literatura infantil y juvenil, por ejemplo la saga de Crepúsculo ni me acerqué porque oía tan malas referencias que no, pero Harry Potter sí me la eché completita, Los juegos del hambre sí, en fin, tampoco es que ande buscándolas.

-De unos años para acá es común que las sagas se adapten al cine, ¿le gustaría ver la suya en la gran pantalla?
Sí claro, pero tal cual te diría, como te dije de la posibilidad de que esto crezca, preferiría que fuera hasta que ya se terminó (la saga), a lo mejor ya tendría que ser un proceso distinto porque como en los libros no se necesitan grandes presupuestos entonces ahí le meto todos los efectos especiales que se me ocurren; para serte  sincero no he visto todavía una producción nacional de cine fantástico que digas ‘wow, quedó bien’, entonces a mí sí me daría miedo que de pronto me dijeran ‘vamos a hacerla’ y que de pronto digas ‘eso sí quedó muy chafa’, por la factura, no por no ser un buen guion, o no encontrar un buen director, no creo que sea problema, pero ya para algo así sí hace falta lana y hasta miedo me daría, prefiero no jalar notoriedad por ese lado para poder escribir con esa soltura; después, no te voy a negar que sí, a cualquier autor le gustaría hacer mucho ruido, pero si pudiera escoger bien diría no ahorita y ya después veremos.



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