Comentario sobre el libro Autorretrato de familia con perro

Si el perro hablara...

¿Se ha puesto a pensar en la clasificación que le darían a una película que narrara la historia de su familia?, ¿no tendría restricciones de edad?, ¿o quizás solo el público adulto podría entrar a verla?
   ¿Y si se escribiera un libro?, ¿cuál sería su público?, ¿se podría vender en cualquier librería? No son preguntas que alguien se pregunte de manera cotidiana, así que una respuesta sincera y fundamentada es difícil de lograr de buenas a primeras dada la irreflexiva lealtad que (casi) todos tenemos para con los que llamamos “los nuestros”.
   “La familia es la base de la sociedad”, nos han dicho hasta el cansancio, pero, ¿es una base firme, o sus cimientos podrían no ser lo más fuerte? Otra conocida frase es que “la familia es la primera escuela”, y es esta segunda la que se convierte en un poco más universal al quedar de manifiesto su efectividad o inefectividad cuando nuestras primeras interacciones sociales exhiben si esos con quienes compartimos la casa y los genes nos enseñaron a decir siquiera “gracias”, o “por favor”.
   Con una narración divertida el autor mexicano Álvaro Uribe presenta en su libro Autorretrato de familia con perro (Tusquets) la manera en la que interacciona un grupo familiar —basado en el suyo, según ha declarado— ante la muerte de Malú, la madre.
   El tomo de Uribe, sin llegar a forzar la reflexión del lector, hace pensar en que esa otra frase de “la familia siempre va a estar ahí”, resulta cierta, aunque no siempre para bien.
   Su más reciente novela es una profusión de voces y testimonios que hablan de Malú, un personaje fascinante que es madre de Alberto Jr. y Adán Urqui-di, unos gemelos enemistados hasta el tuétano a instancias de su propia progenitora.

Eso no se pregunta
Si una familia es feliz o no es algo que nunca se pregunta directamente. Y que tampoco se declara ante lo cuestionable de mencionar el tema sin que venga al caso. La felicidad o infelicidad es un añadido de los que están afuera. Parientes, vecinos, amigos, empleados… cada uno desde su punto de vista podría decir si esos de los que hablan se ven, al menos, contentos, pero solo cada miembro de la familia podría dar su versión y señalar el porqué de su dicha o desdicha.
   Autorretrato de familia con perro permite lo anterior: leer qué piensa la gente que ha estado en contacto con Malú y su familia, pero también da la pauta para que de viva voz sean los hijos y nietas de Malú —únicos parientes directos que le sobreviven— quienes expresen sus impresiones sobre la madre o la abuela, y acerca de lo que su presencia e influencia causó en sus estados de ánimo.
   Adán, el que por nacer unos minutos después es considerado como hijo menor, es historiador, por lo que con el rigor de su formación contrapone y cuestiona los dichos de todos los que conocieron a Malú e incluso refuta la manera en que su hermano gemelo Alberto Jr. —escritor de profesión— decide trabajar para abordar la historia de la madre.
   Empleadas, amigas, examigas, amantes, inquilinos, cuidadoras, doctores, contadores y un largo etcétera de gente que conoció a la ya fallecida Malú hablan de esa mujer chaparrita pero hermosa que conquistó a todos con su encanto y que los desconcertó por igual con sus declaradas preferencias, sesgos, inseguridades y hasta frialdad.
   Alberto Jr. entrevista a quienes estuvieron en contacto con su madre mientras que Adán corrige lo señalado por los otros y hace añadidos para llenar los huecos que percibe o cree percibir en una historia que también es suya.
   El retrato colectivo de Malú solo deja algo en claro: el resultado de hablar sobre alguien que ya no está nunca será diáfano.

Pinceladas, pinceladas
Álvaro Uribe declaró en una entrevista para PROVINCIA estar convencido de que cualquier familia tiene material para una o hasta dos novelas, algo que queda de manifiesto en su Autorretrato de familia con perro, tomo que, sin ser precisamente biográfico, retoma la historia de su propia madre que se transfiguró en Malú, el personaje principal de la narración.
   La novela resulta divertida de leer pero aporta también dos certezas: “ninguna familia es perfecta” y “cualquier cosa pasa hasta en las ‘mejores’ familias”.
   Como ya se mencionó, la trama no tiene el único interés de hacer reflexionar sobre ‘la base de la sociedad’ y sus formas de interacción interna, el libro busca ser entretenido aunque también tiene lecturas un poco más profundas que se pueden obtener de todas las situaciones y temas tocados de manera indirecta.
   Infidelidad, preferencias de un hijo sobre otro, abuso de poder, frialdad, matrimonios infelices,  avaricia, necesidad de atención, enemistad… son muchos los tópicos, digamos serios, que se abordan en Autorretrato de familia con perro y así como el lector debe decidir con cuál versión de Malú se quedará al final, tendrá también que elegir cavilar o no acerca de esa amplia gama de ‘males’ que quizás afecten también a su familia.
   Trasladado a términos cinematográficos, el relato que hace Uribe de Malú, sus hijos, nietas, nueras, amigas, examigas, empleadas y hasta amantes podría ser un documental en el que cada uno de los entrevistados aporta una pieza, o muchas, del gran rompecabezas que es el personaje central.
   Mención aparte merece Canuto, el perro salchicha que —según Alberto Jr. le endilgan a su madre y que de acuerdo con Adán fue un regalo de sus nietas a Malú— se convierte en la mejor compañía para esa mujer que poco a poco se quedó sola con sus inseguridades exacerbadas y sus achaques físicos como protagonistas de sus días.
   Canuto bis —hubo dos, sí, ya descubrirá el lector por qué— fue el que entre ladridos le devolvió a Malú un poco de la alegría y confianza perdidas. Eso con una de las versiones contadas en la historia.
   Como ya se dijo, en un retrato colectivo el resultado puede ser no tan clara como se esperaba y al rompecabezas puede faltarle una gran cantidad de piezas. Lástima que las mascotas no pueden hablar, muy probablemente serían ellas quienes tendrían la última palabra sobre quién, cómo y por qué fue como fue su dueño. ¿Qué diría de usted su perro?


Foto: http://planetadelibrosmexico.com/

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