Entrevista con Bernardo Barranco

Ni tanto que queme al santo...

Hoy a las 23:00 horas Canal Once estrena Sacro y Profano un programa que busca favorecer la comprensión de los fenómenos religiosos y su incidencia en la vida social a partir de un análisis claro y sencillo.
   “Es un programa respetuoso de las creencias, no trata de involucrarse, ni tampoco quiere hacer proselitismo religioso, ni a favor ni en contra de ninguna religión, es simplemente un programa que analiza desde la perspectiva de las ciencias sociales o la perspectiva digamos, de la cultura, el tema de lo religioso”, comentó para PROVINCIA el sociólogo Bernardo Barranco, conductor de la emisión.
   El experto en religiones con maestría por la Escuela de Altos Estudios Sociales de París señaló que la emisión de esta noche tendrá como tema el papel del Papa Francisco.
   “Están invitados un jesuita y un dominico, y juntos analizamos el rol, el papel, los desafíos que tiene el Papa Francisco hoy en la iglesia”.

-Se escucha mucho eso de que se están perdiendo los valores, ¿cree que actualmente se tiene clara la diferencia entre lo sacro y lo profano?
Yo creo que el programa habla justamente de la ambigüedad, lo que significa lo sagrado y lo profano. El título es robado de un libro de Mircea Eliade, un famosísimo antropólogo de religiones, en ese libro, Lo sagrado y lo profano, llega a la conclusión de que no existe ninguna sociedad que sea completamente sacra pero tampoco ninguna otra sociedad que sea  absolutamente profana, siempre hay un poco de los dos.
   Los seres humanos también, por más religiosos que se manifiesten siempre hay algo de secularidad en el comportamiento de las personas. El programa registra esta dualidad, es un programa respetuoso de las creencias (…) analiza el impacto de lo religioso y cómo lo religioso sigue teniendo un peso importante en la vida de la sociedad.

Con emisiones de 30 minutos de duración Sacro y profano tendrá 13 programas en una primera temporada, “ya estoy grabando la segunda temporada, va a depender mucho de la respuesta, de los estudios de mercado que se hagan, pero en principio para el año 2014 serán 26 programas”.

-¿Cree que ese peso es mayor en América Latina o es algo que aplica en todo el mundo?
Es en todo el mundo pero hay unas sociedades (donde) tiene mayor peso. En América Latina es también muy desigual, por ejemplo Uruguay es un país más secular, por ejemplo, tienen menos impacto las creencias. Otros países como Brasil que es un país multirracial, multicultural, que las diferencias creencias forman parte de las identidades de los diversos grupos étnicos que viven en Brasil, no es lo mismo el tema de la negritud a lo que es la mística del universo indígena del Amazonas o el catolicismo polaco que se vive en el sur, en fin, (esto muestra) cómo lo religioso expresa las diversas identidades de los grupos.
   En el programa Sacro y Profano queremos ir por esa línea, queremos, con todo respeto pero con mucho análisis y crítica, (analizar) cómo muchos grupos encuentran en lo religioso factores de identidad, uno de ellos es la Santa Muerte por ejemplo, la Santa Muerte como un fenómeno inesperado que tiene una gran ascendencia entre amplios sectores de crimen organizado en México.

-¿Tiene que ver también el tamaño de los asentamientos en los que se vive?
Sí, evidentemente que en las grandes ciudades hay un gran flujo de información, de contacto con otros países, de empleo, de movilidad social, es lo que llamamos un proceso de secularización, pero no significa que lo religioso desaparece, significa que se vive de otra manera, se vive de una manera más individual.
   Hay fenómenos como ‘fe a la carta’ (en los) que cada quien hace su propio coctel religioso, esto es cada vez más individualista, no así las comunidades rurales en donde los ritos, las tradiciones, las liturgias, forman parte de una identidad colectiva, mientras que en las grandes ciudades las identidades se juegan más en lo individual. No es que lo religioso desaparezca sino mas bien se adapta a las formas de existencia social y cultural que va viviendo la población.

-¿Hay iglesias de surgimiento más reciente que estén ganando adeptos?
Sí, es notorio el descenso, yo diría espectacular, de los católicos. En 1970 el censo te hablaba de más del 97 por ciento de católicos, el censo de 2010 te habla que son 83 por ciento de católicos, es decir, hay una caída importante de los católicos en México.
   Hay también un ascenso bastante importante de los grupos pentecostales y neopentecostales, (algo) que además nos pone en una paradoja porque gran parte del éxito de estos movimientos es que van a los sectores más populares pero también utilizan mucho la emoción, son movimientos de emoción (en) una sociedad moderna como la nuestra -que usa mucho la razón, la cientificidad, lo contable, el costo-beneficio- y mira, a nivel religioso, las creencias más emocionales son las que están ganando terreno, son las paradojas a analizar.

-Podría decirse que las Iglesias ‘administran lo sacro’, ¿cuáles cree que han hecho un trabajo más adecuado?
Las instituciones religiosas, que son las que están sufriendo en Occidente una gran crisis, no solamente es la crisis de la iglesia católica, las iglesias protestantes están sufriendo una seria crisis. Es decir la doctrina, la disciplina, las identidades están siendo quebrantadas en este momento, y las religiones orientales no tienen estructuras, como budismos, como hinduismos, etcétera, están teniendo un atractivo en las clases medias, medias altas de occidente, como parte de esta pluralización, como parte de estos cocteles religiosos, que se arman.
   Mucha de la estética, mucha de la sexualidad o sensualidad de estas religiones, como los aromas, los velos, la penumbra, la estética que envuelve a estas religiones, son tremendamente atractivas al mundo occidental, pero no es que como tales estén ganando adeptos o hay una especie de lucha de mercados, lo que pasa es que hay una diversificación del mercado religioso y toman lo que les interesa, no todo, muchas veces toman la estética por ejemplo. Lo que estamos viendo es una pluralización de los mercados religiosos, sociedades cada vez más complejas, sociedades de individuos más informados, más ahora los jóvenes con Internet que son capaces de construir sus propias sensibilidades religiosas.

-Hay algunas religiones de oriente que en occidente se considera extremas, cuando se trata de creencias, ¿que elementos se comparten independientemente del lugar de origen de estas?
Yo creo que la base ética juega un papel muy importante. Toda religión tiene una base ética fuerte, es decir la dignidad, la libertad, el respeto, la dignidad de la persona, son elementos básicos que casi todas las religiones afirman y dependiendo de contextos, de coyunturas, las personas van acercándose o alejándose.
   Creo que las religiones juegan un papel importante en la sociedad porque, digamos, ponen de relieve la dignidad, la libertad y sobre todo la autenticidad en el comportamiento y en los valores de las persona. El problema es cuando muchas de estas religiones tienen versiones extremistas, por ejemplo el Islam, no es que todo el islam sea una religión violenta o castigadora, es que hay un sector del Islam muy pequeño, se llama Islamismo, y serían estos grupos fundamentalistas, como los hay también en el mundo católico, hay sectas católicas o sectas religiosas muy duras, muy rígidas, muy castrantes, pero no son todo el catolicismo. A veces pensamos que por expresiones del islamismo, que son capaces de hacer actos de inmolación o actos de terrorismo como las torres gemelas ese es el islam, no, es parte del Islam.

-Temas controversiales como el aborto o los matrimonios gay, ¿son controversiales en todas las religiones o hay algunas más abiertas?
Hay algunas iglesias que aceptan que los curas se casen por ejemplo, como anglicanos, como presbiterianos, muchas iglesias protestantes, el tema del celibato se constriñe solamente a la iglesia católica. Hay otras iglesias que están, con muchas dificultades, abriéndose a los homosexuales y a los matrimonios gay, por ejemplo los anglicanos, hay  un debate si pueden ordenar obispo a un sacerdote gay, hay varios sacerdotes gay en la iglesia anglicana, hay algunas iglesias que llevan camino recorrido pero hay otras, como la católica, que se cierran y no avanzan en esos temas y siguen siendo temas de controversia.

-Está cerca la Semana Santa y ahí se ve la dualidad que mencionaba, ¿por qué cree que hay gente que prefiere lo profano de irse a la playa a lo sacro de las celebraciones?
Hombre, irse a la playa en Semana Santa es una necesidad de descanso también. Muchos de nosotros nos fletamos todos los días con horarios duros, con mucha presión, con mucho estrés y bueno, tenemos derecho a descansar con nuestra familia que tiene vacaciones dos semanas.
    Yo creo que es algo natural, aprovechable, sano, y al mismo tiempo es un momento en el que la iglesia dice ‘Espérenme, es el momento de la Pasión de Jesús, cuando celebramos que Jesús murió por toda la humanidad  y que fue torturado y fue asesinado, y que resucitó’, que es la gran oferta, el tema aquí es que efectivamente, ahí es donde encontramos la sacralidad y lo profano de las sociedades pero no necesariamente tiene que vivirse como algo en contradicción, creo que es algo complementario. Tanto usted como creyente tiene todo el derecho de vivir su Semana Santa con otros y celebrar la pasión de Jesús, como también usted tiene el derecho de ir con su familia y tener unos días de descanso merecidísimo por el duro trabajo que día a día ejecuta. Creo que es una cuestión de opción personal que hay que hacer.

-Personalmente, ¿qué considera sacro?
La creencia, el misterio, la espiritualidad, la búsqueda del infinito, es algo que está acompañando permanentemente al hombre y mientras el hombre no sepa exactamente qué va a pasar después de su muerte lo sagrado tiene un enorme mercado en la sociedad. El día que sepamos qué va a pasar con nosotros después de la muerte, seguramente ese día se van a acabar todas las religiones.

-¿Y profano?
Lo material, las relaciones, lo que es de la vida cotidiana, el sentido común, lo racional, la ciencia, los elementos materiales, el salario, el costo de la vida, la cuota, la vida cotidiana, la cuota de la colegiatura, etcétera, es decir, todos aquellos elementos que conforman la identidad de la vida cotidiana en su crudeza, forman parte del elemento no sagrado, que es lo profano, el poder, la política, eso es lo profano.
   Cuando en algún momento las sociedades han pretendido que la racionalidad sacra predomine sobre la profana podemos tener ahí el peligro de una teocracia en donde lo religioso incida en la vida publica, pero al revés, podemos también tener dictaduras seculares donde se la prohíba al hombre la libertad de creer o no creer en lo que él quiera. Entonces el arte (está) en como construimos sociedades que lleven esta polaridad esta, podríamos decir en términos sociológicos, esta ambigüedad en términos sanos porque todos somos un tanto sanos y todos somos muy profanos.

-¿Profesa alguna religión?
De tradición personal católico, sí, (estudié en) colegios católicos. (Es) una práctica sacramental, he sido bautizado, llevé a mis hijos a bautizar, etcétera, pero no soy de misa ni diaria, ni dominical, tiene años que no me confieso, podríamos decir que soy un católico promedio (risas).


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