Entrevista con Rafael Barajas 'El Fisgón'

Fisgón de profesión

El pasado fin de semana Rafael Barajas Durán ‘El Fisgón’ estuvo de visita en Morelia para presentar su libro La raíz nazi del PAN (Editorial Chamuco), tomo en el que el reconocido caricaturista presenta la relación entre la ideología de Hitler y la doctrina del Partido Acción Nacional.
El afamado monero estuvo ante un nutrido público en el Centro Cultural UNAM, espacio que por un par de horas se convirtió en el escenario de una charla en la que no pudieron faltar nombres como el de Manuel Gómez Morín, Efraín González Luna, Adolfo Hitler, Francisco Franco y Charles Maurras.
Antes de inciar la plática sobre su libro con quienes lo esperaban, ‘El Fisgón’ accedió a charlar para PROVINCIA en una entrevista en la que habló sobre su profesión, el reto y competencia que representan los famosos memes y las fuentes a las que acudió para documentar su más reciente publicación.

—Ser fisgón, ¿es una virtud o un defecto?
En mi caso es una profesión, y debo decirte que es una profesión muy divertida. Yo creo que ser caricaturista es la mejor profesión del mundo. Se la pasa uno haciendo chistes y hablando mal de gente que le cae mal. Todo muy bien.

—¿Podría hablarse de una diferencia entre el caricaturista y el monero?
No. El término de monero se acuñó en la década de 1950 y lo acuñaron los viejos caricaturistas como Cabral para marcar una línea entre el trabajo de ellos —que ellos consideraban un trabajo de caricaturista serio, con conocimientos de dibujo académico— y los dibujos muy esquemáticos que hacía esta nueva generación de dibujantes en la cual estaban gente como Abel Quesada, Alberto Isaac y Eduardo del Río ‘Rius’. Es en principio un término despectivo pero yo creo que es muy respetable ser monero.

—¿Se está gestando ya una nueva generación de moneros o aún no hay quien haga el relevo?
Yo creo que hay una nueva generación y muchos de ellos están trabajando en la revista El Chamuco. Gente como Fer, como Capa Negra, como El Trazo, son chavos que están entre los 20 y los 30 años de edad y están haciendo un trabajo muy profesional.

—Estas nuevas generaciones que tienen a la mano el componente digital, ¿cree que esa parte ha influido en la construcción de su discurso?
Sí, claro que sí. Yo creo que lo que te da la tecnología es simplemente recursos distintos para hacer tu trabajo y lo que yo he visto es que se presta como nunca, por ejemplo, para hacer cosas con animación, para hacer el trabajo con más rapidez, con más fluidez. Está muy bien, hay que utilizar todos esos recursos.

—¿Usted utiliza redes sociales?
Sí. Tengo Twitter, estoy en Facebook pero nunca lo uso, y a veces uso el Twitter. Soy muy malo pero sí, sí estoy en eso.

—Guardando dimensiones, los memes son muy similares a una caricatura, ¿cree que son una derivación?
Sí. Yo estoy convencido de que los caricaturistas lo que siempre hemos sido es: reflejos de esta sociedad, de la sociedad. Los memes son los reflejos reales de la sociedad, en ese sentido sí son una competencia muy fuerte para nosotros, pero al mismo tiempo son fantásticos.

—¿Creen que el complemento político es irrenunciable a la caricatura?
No. Puede haber caricatura sin elemento político por supuesto. Es más, la caricatura política o lo que llamamos el editorialismo gráfico es simplemente una más de las vertientes de la caricatura pero por supuesto que puede haber monitos sin un contenido político y está muy bien. Puede haber humor gráfico sin contenido político.

—Del sexenio pasado y lo que va de este, ¿ha habido algún momento o personaje que haya en verdad disfrutado caricaturizar?
Sin lugar a dudas no tengo una buena impresión ni de Felipe Calderón ni de Enrique Peña Nieto, entonces siempre que los he dibujado lo hago con gusto y con ganas.

El tomo
Al iniciar la presentación formal de s ‘El Fisgón’ comentó que se documentó en fuentes directas, es decir, publicaciones de la época de la fundación del PAN (1939), archivos, correspondencia, libros de memorias y sobre todo en la revista La reacción? que fue el órgano de difusión ideológica del citado grupo político.

—Cuando se dio el triunfo del PAN en el 2000 se prometió un gran cambio que no llegó
El cambio democrático no se dio y esto se debe en gran medida a que el PAN básicamente lo que hizo fue darle continuidad al proyecto neoliberal, y no solo eso sino que el discurso de que el PAN era un partido democrático, humanista, liberal, que había sido fundado por ciudadanos impecables que buscaban una vía distinta a cualquier forma de totalitarismo es un discurso mentiroso.
Una de las cosas que pude documentar en esta investigación son los vínculos de los fundadores del Partido Acción Nacional con la derecha fascista francesa, con el franquismo y con el propio Hitlerianismo, y los documentos son
muy fuertes. Es probatorio.

—¿En qué lugares encontró la documentación para el tomo?
Parte de esta información se encuentra incluso en los puntos doctrinarios del PAN y otra parte se encuentra en revistas de época, en documentos de época, en la correspondencia entre Gómez Morín y González Luna. Ahí se encuentra y lo que es increíble es que es muy documentable, más de lo que le gustaría al PAN.

—Entonces no le sorprendieron los morenazis de Guadalajara...
No, para nada. Me sorprende que no salgan más seguido porque si tú revisas la historia del PAN, sí había una gran admiración de sectores de la dirección del PAN sobre todo hacia Francisco Franco pero también hacia Hitler, hacia Benito Mussolini, hacia Charles Maurras, y esto obedece claramente a lo que fue un ciclo contrarrevolucionario de largo aliento que inicia a principios del siglo XX y que deriva en el movimiento fascista.

—¿Cree que esta ideología tuvo que ver en el fracaso de la alternancia?
De hecho, lo que nos explica lo que pasó con el PAN en estos sexenios es justamente eso, su origen. En la década de los años 30 tanto los partidos comunistas como los partidos fascistas utilizaban un discurso prodemocrático o veían la vía democrática como una forma de acceder al poder e implantar un gobierno autoritario. Eso es lo mismo que hizo el PAN.

—Podría decirse que fue como un ‘canto de sirenas’...
Claro, era un discurso falso. Era parte de una estrategia para acceder al poder. Nunca fueron democráticos. Jamás lo fueron.

—¿Es difícil publicar un libro de esta índole?
Lo que es difícil es hacer la investigación porque sí tienes que documentarlo todo. Y me tomó tiempo.
Yo estudio el tema del fascismo en México desde hace ya como 10 años. Había hecho una exposición en el Museo del Estanquillo hace un tiempo sobre el fascismo en México y ahí encontré unos materiales. He buscado la información, las fuentes originales, y eso es lo que ha tomado más tiempo. Eso es lo que en realidad es delicado: conectar los puntos y hacerlo con cierto rigor académico, con un rigor que nos permita sostener lo que decimos.

—De toda la investigación, ¿hubo algo que lo sorprendiera?
Sí. Muchas cosas me sorprendieron pero hay cosas que me parece que son contundentes. Por ejemplo, hay una declaración en el segundo informe de Gómez Morín ante el PAN, un informe de 1941. Gómez Morín dice abiertamente que México se equivocó de bando en la Segunda Guerra Mundial al optar por los aliados, así de claro.
Lo que me sorprendió fue el pronazismo y el antisemitismo de algunos de los fundadores del PAN.

—Zamora es un bastión panista, ¿la investigación lo llevó ahí?
No. Me ha llevado a muchos lados, al Archivo General de la Nación, me llevó a la Hemeroteca Nacional, me llevó a varios lugares. No llegué a Zamora, sin lugar a dudas cada región tendrá sus componentes y tendrá sus peculiaridades pero no, no llegué a Zamora.
Sí me llevó varias veces al papá de Felipe Calderón Hinojosa, Luis Calderón Vega, él tuvo un papel importante en el movimiento estudiantil de 1935 (que se opuso a la educación de corte socialista propuesta en esa época). Leí entrevistas que le hicieron a él, él escribió mucho sobre la fundación del PAN.

"Con una herida en el alma"
Rafael Barajas Durán ‘El Fisgón’ comentó, antes de presentar su libro La raíz nazi del PAN, que se siente profundamente preocupado por todo lo que se deriva del caso de los estudiantes de Ayotzinapa.
“Es uno de los momentos más negros de la historia nacional y sobre todo es un tema muy angustiante. Primero por el suceso en sí que es terrible, que es descorazonador, que es desgarrador, que a mí me tiene muy deprimido, muy angustiado, muy preocupado, me tiene desalmado, me tiene con una herida en el alma, digamos. Pero también es muy preocupante y angustiante por las preguntas que despierta.
“Cuando un cuerpo policiaco detiene a un grupo de estudiantes rebeldes y se los entrega a un grupo criminal eso es un ‘narcoestado’. Y la pregunta que nos tenemos que hacer es ¿qué tan extendido está el ‘narcoestado’? Y la verdad es que las preguntas que eso despierta son muy preocupantes.
“Es claro que hay territorios del país que están dominados por el crimen organizado, y no solo eso sino que no sabemos hasta qué punto las redes del crimen organizado llegan a las redes más altas del poder. Esas preguntas son importantes, no hay respuestas sencillas y son preguntas que obviamente nos van a llevar a revelar una verdad muy dolorosa para todos los mexicanos”.


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