Entrevista con Rosa Beltrán sobre El cuerpo expuesto

Cuerpo, principio y fin

El discurso teologal considera al cuerpo como ‘la casa del espíritu’, como ‘el templo de Dios’, pero ¿se siguen viendo así por la mayoría de la gente? ¿o ya se reclamó ese espacio que se habita y que permite ser?
   Esas son parte de las preguntas que Rosa Beltrán se plantea en su libo El cuerpo expuesto (Alfaguara), publicación sobre la que habló para PROVINCIA.

-¿Con su novela buscó exponer la avasallante realidad de que sólo el más fuerte sobrevive?
   La novela cuenta dos historias, por un lado la vida de Darwin, un Darwin desconocido, no el que encontramos en los libros de texto, un Darwin enfermizo, inadaptado, entonces surge la pregunta ¿cómo alguien tan inadaptado para su momento histórico puede ser el portavoz de una teoría que nos a va a marcar de manera tan radical y que va a cambiar la historia por venir? ¿De qué forma el azar juega un papel importantísimo en la adaptación?, por otra parte cuenta también la historia de un biólogo moderno que lo que hace es coleccionar cuerpos, lo que hacía Darwin con otras especies él lo hace con los homínidos y sigue paso a paso el origen de las especies y lo va a adaptando a las circunstancias y situaciones cotidianas, a las que vivimos nosotros todo el tiempo, no hay una tesis, para responder a tu pregunta, yo creo que no es así como se escribe una novela sino a partir justo de las preguntas, es a los lectores a los que les toca decidir si se trata de un científico, en el caso de este biólogo, si su tarea es legitima o si es alguien que debe ser castigado, penado y perseguido, igual que ha sido Von Hagens, el famoso plastinador de cuerpos y otros coleccionistas de cuerpos humanos, pero sobre todo, creo que lo más inquietante es descubrir, mientras van contándose estas dos historias y mientras se van colgando estos cuerpos en la red, qué nos ha pasado a nosotros a nivel del cuerpo, de Darwin para acá, en 200 años de historia, cómo hemos cambiado.

-Se da cambios y transformaciones naturales pero también hay modificaciones a consciencia: bótox, implantes… ¿cómo podría tomarse el hecho? ¿Es un desafío a la naturaleza?
   Después del siglo XX, en el que sentimos como humanidad que perdíamos todo el control y todo el poder sobre los gobiernos y sobre la economía, pensamos ahora que el último lugar sobre el que podemos decidir es el cuerpo, nuestro cuerpo, entonces surge toda esta parafernalia que tiene que ver con el ejercicio, con anabólicos, con transformaciones voluntarias del cuerpo, con cambios de sexo pero también con manipulación de alimentos, también con la industria de fármacos, con el boom del consumo, la gente va a las farmacias y consume los medicamentos como si se trataran de caramelos, y las tecnologías que nos rebasan, todo esto claro que ha cambiado el cuerpo, que nos ha hecho ver cuerpos que no existían antes, cuerpos de 300 kilos, personas que tiene que ser transportadas derrumbando sus casas primero, la anorexia como una pandemia en hombres y en mujeres a causa de la industria de la moda y de la imagen, ¿qué vemos cuando vemos otros cuerpos?, vemos las imágenes prefabricadas del cuerpo que nos han enseñado a ver, ¿de qué manera nos afecta todo esto?, ¿de qué manera estamos empezando a relacionarnos de formas distintas?

-En las redes sociales y sobre todo en Twitter hay quienes coleccionan seguidores y se exhiben muchas cosas pero solo lo bonito, lo agradable, lo rubio ¿hay un doble rasero sobre lo que es y no es exhibible?
   La imagen del cuerpo más que el cuerpo, porque la imagen del cuerpo es nuestra carta de presentación, porque parecería que es casi lo único que somos capaces de ver; cuando la ciencia ha afirmado que somos genética pura, es decir, que somos ácidos, que nuestros deseos, voluntades, nuestra atracción por lo otros tiene que ver con feromonas, que todo esto se explica también a nivel de la biología, pareciera entonces que entidades como el alma o el espíritu a todo esto quedan en un segundo plano, somos ese cuerpo y sobre todo, esa imagen del cuerpo que queremos mostrar  a otros, pero hay también, una morbosa fascinación por exhibir no solo la parte bonita, no solo la parte aceptable, sino por exhibir también las excentricidades del cuerpo, lo que sale de esa norma, y los tatuajes, las perforaciones, las transformaciones, el hombre gato, qué se yo, habla también de la voluntad de cambiar la identidad a través del cuerpo, que el cuerpo no es solamente un estuche a través del cual habla nuestro deseo mas profundo de agradar y de pertenecer, somos ese cuerpo (y) al transformarlo podemos transformar o tenemos la ilusión de que podemos transformar nuestra identidad también.

-Ese deseo de transformarse, ¿es privativo de algunas regiones o países?
   Es general y a demás es histórico, desde el origen mismo los seres humanos siempre hemos tenido la tendencia a utilizar el cuerpo para expresar y para expresarnos, adornar el cuerpo, modificar el cuerpo, está en todas las cultura, en todos los tiempos, claro, lo que pasa es que ahora hemos inventado tecnologías impensables en épocas anteriores que pueden manipular el cuerpo de una manera extraordinaria, incluso tecnologías de las que no somos conscientes que utilizamos porque la manipulación de alimentos por supuesto que nos ha cambiado, nos cambia y no sabemos todavía hasta dónde y cuáles van a ser esas consecuencias.

-En este afán de ir a ver y regodearnos como espectadores parece que alcanza su punto máximo en los reality shows
   Y además los reality shows muestran que ser exhibido, además de ser un tabú para los humanos, o al mismo tiempo que es un tabú, es también una necesidad, sabemos que esos  personajes que encarnan los papeles que les asignan en los reality shows van por voluntad propia, es decir, que hay una necesidad de los seres humanos de ser exhibidos, por eso el lector o la lectora va a tener que decidir en esta novela si el biólogo moderno que aparece y colecciona cuerpos es un verdadero científico, si es un pervertido, si es legitimo lo que hace, si es útil saber en qué momento de la historia hemos empezado a involucionar, si es que hemos empezado a involucionar, es decir si a nosotros mismos nos podemos mirar como especie como hemos mirado a otras especies.

­-En promedio ¿se es mas espectador que exhibicionista?
   Yo creo que las dos van de la mano, yo creo que hay un voyeur en todos nosotros, siempre, el hecho de escribir es eso también , es meterse a las conciencias de otros e implica escuchar con atención, recolectar historias, los escritores somos coleccionistas de historias, pero hay también un afán de exhibir, transformadas, esas cosas que vemos, y en cada uno de nosotros hay un afán exhibicionista porque si no, no seriamos capaces de sobrevivir, si no somos vistos por otros, si no somos conocidos como parte de una especie y aceptados como parte de ese grupo biológico, no existiríamos, la relaciones humanas, las relaciones de pareja a las que nosotros adornamos llamándolas de solidaridad, de amor, de pasión, son formas de sobrevivencia del más apto y una parte de nosotros los sabe.

-En la portada del libro se ve una a alguien apunto de cortar la clásica imagen de la secuencia evolutiva, ¿ahora avanzamos en círculo?
   Yo creo que solo leyendo la novela te decantas por un lado o por el otro, por una parte se puede pensar que sí, que ha empezado ese momento de evolución negativa a la que este biólogo le llama involución, que hemos abusado de tal manera que el cuerpo no resiste más, ese cuerpo expuesto a todo este medio tan manipulado, y mas que a un circulo, derivamos hacia quién sabe donde, esa es una de las preguntas, ¿hacia donde van a evolucionar las siguientes generaciones? en términos si quieres solo de biología, pero al decir de biología hablas también de comportamiento, porque  en el momento en que cambiamos cambia nuestra relación con el entorno y nuestra relación con los otros.

-¿Personalmente como considera el concurso de Miss Universo?
   Es otra forma de colección por supuesto, y de exhibición; yo hablo en la novela de los plastinados, y hablo de Anatoli Moskvin, este personaje que se dedica a coleccionar cadáveres de mujeres en Rusia, un científico que habla 13 lenguas y que les pone además de vestimentas, sus historias, para que no sean un cadáver más, anónimo, esto lo hacemos con otro tipo de muertos pero nunca exhumando, esto nos parece casi sacrílego, lo mismo que pasa con Von Hagens, que es cuestionado por la industria médica y por las leyes de todo el mundo porque consideran que hace un uso indebido de cadáveres de homínidos, ¿pero cuál es la línea?, ¿dónde vamos a trazar ese limite? Porque tú me hablas de Miss Universo y tocas un punto muy interesante, esa colección sí, no solo es permitida y permisible sino que el voyerismo se exalta, se explota, para que nosotros veamos lo que consideramos o lo que algunos consideran, a los ejemplares más hermosos de su especie, podríamos decir lo mismo en el caso de las esculturas, en el caso de los atletas, siempre y cuando se piense que es el ejemplo más perfecto de la especie, parece que esa colección se permite, pero hay siempre  un límite, cuando ya no es eso lo que se muestra nos echamos para atrás porque esto atenta contra la idea de que somos el proyecto de una inteligencia superior.

-Resulta interesante entonces que en México se tenga a las momias de Guanajuato
   Y momias que han sido sumamente intervenidas, en otros países esto sería muy penalizado, les ponen luces de neón, les atraviesan hierros para mostrarlas de cierta manera, es decir, casi como si hubiera una caricaturización, este museo que antes simplemente exponía momias igual que el del Carmen, es decir, tal y como fueron encontradas, ahora tiene estos elementos a lo Hollywood, las Vegas o Disneylandia, donde se ha hecho este uso “sacrílego”.

-Ese tipo de exhibiciones se consideran sacrílegas, pero en el Vaticano se han mostrado cuerpos incorruptos, hay entonces un doble discurso sobre esa acción pecaminosa ¿no  le parece?
   No, no es tan doble porque es lo mismo que en Miss Universo y que en los atletas, si es incorrupto se muestra el cuerpo tal y como fue diseñado por esta divinidad, es el resultado de esta planeación inteligente, como si la corrupción interviniera en la manipulación humana, pero todo el tiempo estamos manipulando nuestros cuerpos de manera deliberada, a través de tecnologías, a través de cirugías, a través de la utilización de ciertos alimentos, a través del ejercicio o la falta de ejercicio, y esto empieza a convertirse también en un alarmante foco rojo que empieza a preocupar a los países, el caso de los hikikomoris, los jóvenes que habitan casi exclusivamente mundos virtuales, que se construyen un avatar y que de noche tienen amigos, muchos amigos, a través de estos sitios web y de las redes sociales pero que son incapaces de relacionarse entre sí, esto empieza  a ser preocupante para los Estados y el caso de la obesidad mórbida y de la diabetes, son problemas también para los Estados, pero no porque les preocupe demasiado la manipulación de cuerpo sino porque cuesta, porque el dinero es lo que está detrás, por lo costoso de este uso del cuerpo que no está hecho para trabajar y para producir, que es lo que le conviene a un sistema.

-Estos impulsos de modificarnos, ¿cree que son respuestas instintivas ante el proceso de decaimiento del cuerpo? ¿por el temor a la vejez y la muerte?
   Puede haber eso, ese miedo, pero la manipulación se inicia a edad muy temprana, cuando ni siquiera la muerte es una sombra en el horizonte, yo creo que es algo connatural a los seres humanos, tu cuerpo eres tú pero a la vez es algo que te pertenece, por lo tanto sientes fascinación y el derecho de modificarlo, con el individualismo surge esta idea de que el cuerpo nos pertenece, ya no es solamente un cuerpo para otro, un cuerpo que debe obedecer a ciertas leyes o normas teologales, ya eres tú sin que haya casi ningún otro limite, ¿donde terminas tú?, en tu cuerpo y ¿donde empiezas?, ahí también.


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