Reseña de la novela Todos los días son nuestros
Una esponja y un final ¿Por qué se acaba el amor? Para este cuestionamiento no hay una sola respuesta. No existe un manual que indique, paso a paso, la receta para evitar el final. Qué se diga siempre dependerá de la expareja en cuestión. Para algunos será la caída en la rutina, para otros la falta de pasión y para muchos más, una infidelidad. Motivos lo suficientemente fuertes, sin duda, pero, ¿qué pasa cuando el rompimiento se da por algo que cualquiera calificaría de nimiedad o tontería? María y Emiliano, tras 10 años de amor, y bastantes más de amistad, terminan una noche, abruptamente, porque la esponja para lavar los trastes estaba sucia. El agua fría y los restos del huevo revuelto que desayunaron ese día, se burlan de ellos y cortan, con precisión quirúrgica, el lazo que los unía. De esa manera inicia Todos los días son nuestros (Oceano), primera novela de la también guionista y cineasta, Catalina Aguilar Mastretta, ...