Murió María la renca
María siempre llevaba el cierre a la mitad de la espalda, no por coquetería, sino porque la joroba no le permitía cerrarlo por completo… la edad hizo sus estragos. Era muy conocida en el pueblo en el que vivió, uno pequeño y terregoso que bien podía recorrerse a pie para hacer cualquier diligencia pero que la mayoría de sus habitantes se empeñaba en recorrer en coche o camioneta, levantando más tierra aún. María no era como ellos, andaba de un lado a otro, renca de la pierna derecha, el vestido a medio cerrar y el cabello, de un rojo muy vivo para ser real, recogido en un chongo hecho a toda prisa al empezar la caminata o a veces suelto, si por la humedad del baño no era conveniente recogerlo. El carácter fuerte la caracterizó y su militancia política también, renca y todo participaba en los mítines y cada trienio apoyaba al candidato de su partido con férreo fervor y gritando consignas para alentar a otros a votar por el abanderado del llamado “partido de los pobres”...